La noche del domingo tuvo como protagonistas a House, Falta y Resto, Nazarenos y La Clave, en la décima etapa que cerró el primer pasaje de todos los conjuntos por el Teatro de Verano.
Foto: @LeoCarnicelli
La etapa, que se hizo esperar por la suspensión del desfile de llamadas del día viernes que obligó a postergarla una jornada más, contó con dos primeros premios y un segundo puesto del pasado carnaval para dar un gran cierre a la primera rueda del concurso oficial de carnaval.
A primera hora le tocó a House, la revista ganadora de 2017 que se volvió a presentar con un espectáculo muy firme en todos los rubros y, con las actuaciones de Lucía Rodríguez, Germán Medina y la incorporación este año de Pablo Oyhenart, lograron humor cada vez que se lo propusieron, así como también los momentos de reflexión que plantea el conjunto.
Los distintos cuadros del espectáculo atraviesan tópicos como el machismo, las raíces uruguayas, la vida como padres de bebés y el concepto de belleza física; todos estos temas combinaron a la perfección lo humorístico con lo reflexivo de forma tal que se logró un perfecto equilibrio para redondear una excelente actuación que busca el tricampeonato de la categoría.
El segundo turno fue para la murga Falta y Resto con su «Misa murguera» y, como es costumbre del conjunto de Raúl Castro, lo único que se repite todos los años es el constante cambio e innovación; esta vez, tanto desde el vestuario muy colorido, hasta con seis mujeres en el coro y un espectáculo con mucha referencia al machismo intrínseco en la sociedad.
El espectáculo, que implora a Dios Momo que baje a la tierra para marcar el camino, tiene mucha crítica y momentos muy altos como el cuplé que Carolina Favier personifica a «Juana Murga», o el bloque donde las seis mujeres del coro se apoderan de la escena y gritan al viento unas cuantas verdades dejando un muy fuerte mensaje sobre la violencia de género.
En la categoría parodistas, que atraviesa por un tremendo año con mucha paridad entre todos los conjuntos, se presentó el último campeón: Nazarenos, que se plantó fuerte para intentar defender el trofeo con un muy buen espectáculo en cuanto a la cobertura de rubros y a la realización sobre el escenario.
La primera parodia, «La Bella y la Bestia», tuvo un excelente rendimiento de comienzo a fin, con Aldo Martínez en el papel de la Bestia, y una soberbia actuación de Claudio Melcon, que derrochó talento tanto en la parte actoral, como en los momentos cantados en su interpretación de Bella. La segunda, que habló de la vida de China Zorrilla, apuntó un poco más a lo emotivo y a destacar a la persona detrás de la actriz, su forma austera de vivir y su amor hacia la familia. Como cierre de oro de la actuación, Miguel Villalba brindó un hermosísimo homenaje a uno de los más grandes parodistas de toda la historia: Miguel «Pendota» Meneses.
El cierre «Brutal» de la noche y de la primera rueda estuvo a cargo de La Clave, que mostró un espectáculo muy dinámico, estéticamente perfecto y con muy buena ejecución de la puesta en escena, fiel al estilo de la murga de San Carlos, que siempre está en la conversación de los primeros lugares de la categoría.
El planteo del conjunto busca profundizar en la brutalidad con la que los uruguayos resolvemos los problemas y nos manejamos en la vida cotidiana, además de tener un salpicón cargado de crítica para todos los sectores políticos y varios momentos de humor como el cuplé sobre Jorge Baillo o las decepciones que estamos acostumbrados a atravesar. La murga redondeó un buen espectáculo que sin dudas puede mejorar en la segunda rueda y ubicarse dentro de los mejores, aunque para eso, deberá corregir algunos desajustes impropios de La Clave que siempre destaca por la justeza con que ejecuta sus actuaciones.