La Oral Deportiva se comunicó con Guzmán Corujo, quien conformó la zaga de Nacional en la victoria ante Banfield, que le permitió avanzar a fase de grupos de la Copa Libertadores.

El defensa expresó su alegría por ser titular en el equipo y por como están rindiendo: «Es muy bueno saber el respaldo del técnico. Veníamos funcionando bastante bien en líneas generales. Lo hicimos dudar al cacique a la hora de armar el equipo y eso es bueno».

Corujo comentó que «mantener el 0 a 0 era fundamental (…) Nosotros sabíamos que en cualquier pelota podíamos convertir y quedarnos con la tranquilidad de poder asegurar el partido».

Tenían claro que «ellos tenían que quemar las naves porque estaban con la desventaja del resultado y porsupuesto que se ibana ir arriba. Nosotros buscamos replegarnos y salir de contragolpe. Seba (Rodríguez) cuando entró nos dio esa pausa caracteristica en él que nos ayudó mucho para tener más aire y poder tener la pelota en el campo rival».

El zaguero tricolor aseguró que «ninguno tiene el puesto asegurado en ninguno de los torneos», a pesar de que Alexander Medina cambie por completo en lo local y lo internacional. El jugador comentó que «todo el plantel tiene la cabeza en Cerro el domingo, para seguir sumando para el campeonato local que es muy importante, venimos pisando fuerte y tenemos que seguir con esa racha, y después si se pensará en el partido con Estudiantes».

Corujo es oriundo de Villa Rodríguez, de San José, y contó como era el día a día suyo cuando empezó a practicar en Nacional: «Iba al liceo acá (Rodríguez), me levantaba muy temprano para ir a clase, me iba una materia antes. Mi abuela me esperaba con el plato de comida pronto porque tenía 15 minutos para almorzar e ir tomar el ómnibus para Montevideo. Entrenaba y en la noche volvía. Había que hacer si quedaba algo para el liceo, con la ayuda de mis padres, cenar y descansar para arrancar el día de nuevo».

Todo ese esfuerzo valió la pena para ganarse un lugar en el club y lo tiene claro: «Es una apuesta que haces de chico porque con 13 o 14 años es muy incierto, el fútbol es una caja de sorpresa, vos podes brindarte al 100% y quizás no te de. Cuando ves los resultados de tus frutos es muy gratificante».

El joven de 21 años tiene en claro cómo es este deporte: «Vivimos de jugar y de los resultados. Podes hacer un partido brillante y si no sacas resultados se va todo por la borda (…) Hay que tener la cabeza muy fuerte y los pies sobre la tierra. Ni cuando se gana sos el mejor ni cuando pierden sos el peor».

Foto:@Nacional