El Presidente brasilero vio como sus amigos de más confianza eran detenidos por orden judicial.
Fueron detenidos el empresario y abogado José Yunes, el coronel Joao Baptista Lima Filho, el exministro de Agricultura, Wagner Rossi -todos amigos íntimos del mandatario e integrantes del círculo de sus principales aliados- y el empresario Antônio Celso Grecco, dueño de Rodrimar, empresa que opera en el puerto de la ciudad de Santos. Las detenciones fueron autorizadas por el ministro Luis Roberto Barroso, del Supremo Tribunal Federal (STF), relator del expediente que investiga a temer por la supuesta recepción de sobornos a cambio de beneficios a empresas del sector portuario.
En su discurso, Temer se decantó por ignorar las detenciones y dedicarse al autoelogio, afirmando que su gobierno transmite «seguridad al mercado» y que «las personas pasaron a tener un estándar de vida mejor».
En el entorno del mandatario existe preocupación, y algunos piensan en que caerán más denuncias. Según los aliados, las detenciones de un núcleo tan próximo a Temer, sumadas al levantamiento del secreto bancario del Presidente dictada a comienzos de marzo, pueden conducir a una nueva denuncia.
Estos hechos suceden pocos días después de que Temer manifestara su voluntad de aspirar a continuar al frente del Ejecutivo presentándose a las elecciones presidenciales de octubre, y cuando su impopularidad roza niveles record, no solo para Brasil sino para todo el mundo: sus índices de aprobación se ubican por debajo del 5%.
A ello se agrega que el país está pendiente de cuál será el futuro político del expresidente Lula, favorito de acuerdo a todas las encuestas, y que el próximo miércoles 4 de abril seguramente sabrá si el Tribunal Supremo aplaza su ingreso a prisión, para cumplir una condena de 12 años y cuatro meses.
Se dice que Temer confiaba en comenzar a rearmar su imagen con la intervención federal decretada en el Estado de Rio de Janeiro, una «jugada maestra» tal cual se jactó en privado, pero hasta ahora lo único que la presencia militar ha conseguido fue aumentar la violencia y el descontento.