Gustavo llegó a Montevideo desde Salto junto a su pequeño hijo Iojan hace diez días. Familiares y amigos les dieron alojamiento durante las primeras noches, pero desde este jueves están en situación de calle.

“Ya no quiero molestar más, ya soy grande y tengo que salir adelante por sí solo y tengo un hermoso hijo que la verdad que es mi fortaleza, lo que me mantiene siempre adelante y positivamente”, dijo Gustavo a Telemundo.

La pasada madrugada, un viejo amigo les permitió resguardarse en un restorán céntrico. Esta mañana se presentaron en el centro Puerta de Entrada del Ministerio de Desarrollo Social, en Convención y Paysandú, que coordina los traslados a los distintos refugios, pero allí le informaron que sólo recibían madres con hijos, no padres.

“Me dijeron que no, que no tenía un lugar donde estar con mi hijo, que sólo aceptaban madres con hijos. La verdad que me siento re triste porque no lo puedo creer la injusticia que están haciendo conmigo. Quiero que esto no le pase más a ningún padre que se hace cargo de un hijo”, relató.

En Mides tampoco le brindaron orientación sobre otros refugios a donde dirigirse. Más tarde, Telemundo fue a consultar a Puerta de Entrada, pero no obtuvo respuesta.

Gustavo crió sólo a su hijo desde que era un bebé, tras obtener su tenencia por los problemas de adicción que tenía la madre del pequeño. Trabajó muchos años en la construcción y pudo construirse su casa en el Cerro, donde llevaba una vida digna.

Dos años atrás, volvió a enamorarse y formar una pareja, con la que decidió irse a Salto para probar suerte, pero las cosas no salieron bien.

“Yo tenía mi familia, tenía mi abuela y eso y yo pensé que iba a ser todo lindo pero fue totalmente distinto a lo primero y nos fue re mal. Decidí venirme para acá de vuelta”, contó el hombre.

Gustavo había vendido su casa para irse a Salto y el poco dinero que obtuvo por ella se esfumó sobreviviendo en la ciudad norteña. Separado y sin plata, regresó a la capital con una mano adelante y la otra atrás. “Fue el error más grande, la verdad que al día de hoy estoy totalmente arrepentido”, confesó.

“Ayer lo abrazaba a mi hijo que se me durmió aúpa y no lo puedo creer, es un vacío totalmente, no hay palabras, hay que vivirlo en carne propia para darse cuenta lo que es realmente y no se lo deseo a nadie”, dijo.

Gustavo está decidido a salir adelante, mientras sobrevive junto a su hijo en las calles de la capital. “Me tengo fe que voy a salir adelante, siempre positivo, no voy a bajar los brazos porque tengo una hermosa criatura”, finalizó.

Fue ahí donde, en medio de la desolación, apareció el sindicato de la bebida mediante el colectivo La Solidaria que ellos mismos integran. Su referente, Richard Read, dijo a ECOS que al ver el informativo un compañero lo llamó para decirle que tenía un apartamento libre y tenía ganas de ofrecérselo. Read no dudó.

“Tenemos una barra grande que se llama La Solidaria, un compañero lo vio por televisión y se sensibilizó como no lo hicieron las autoridades. Él tiene un apartamento libre que es de una hermana y lo fue a buscar, le llevó un par de colchones, unas cobijas y algo para comer. El padre y el hijo se van a quedar ahí hasta que puedan acomodarse”, dijo Read a ECOS, quien también se desempeña como coordinador general de los centros sociales y educativos.

“El niño es chiquito (tiene 5 años) y había llegado con una mochilita y un peluche. Solo había merendado algo en todo el día porque a la moza de un boliche le dio pena y le regaló la merienda. No seas malo, si no te sensibiliza eso no te sensibiliza nada”, agregó Read sobre el menor.

El apartamento donde se ubican padre e hijo queda en Millán y Lecocq y uno de los requisitos que puso La Solidaria para prestar el apartamento es que el niño sea anotado en la escuela el lunes próximo a la Semana de Turismo.

Por su parte el MIDES respondió en su cuenta de Twitter por este caso. El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) señaló que el hombre en situación de calle que dijo no haber sido alojado junto a su hijo en un refugio fue dos veces a la puerta de la institución.

En la primera de ellas, en la que el Mides subrayó que no había medios de prensa, el Ministerio indicó que el hombre no aportó sus datos ni los del menor.

En esa ocasión, le dijeron las opciones que había de refugio: hombres solos, mujeres solas y mujeres con niños a cargo. Y que en esta situación excepcional, un padre con un niño, «requería la intervención del INAU».

«En ese momento, según nos consta, la familia tenía una solución habitacional para el niño y (el hombre) no accedió a la propuesta que le presentó el equipo», señala el texto.

La segunda ida del hombre, identificado como Gustavo Castellini, el viernes, ya fue con la presencia de las cámaras de Canal 12. Según el Mides, el ministerio coordinó «con INAU para insistir con una respuesta articulada a la situación de la familia».

«Cabe aclarar que en la noche de ayer (por el viernes), el ministerio tuvo contacto con otros integrantes de la familia, quienes plantean contar con solución habitacional para el menor, el Equipo Móvil del ministerio se entrevistó con ellos y se los orientó», añadieron.