La asesora de Inmunizaciones y Nuevas Vacunas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS-OMS), Lúcia Helena De Oliveira, elogió la estrategia de vacunación en centros educativos públicos y privados que implementa Uruguay a partir del 2 de abril. El país retomó una modalidad que hacía años no implementaba y que involucra a los alumnos de 6.° año de escuela. Los niños y niñas reciben la dosis de la triple bacteriana (difteria, tétanos y tos convulsa), mientras que solo las niñas son inmunizadas contra el virus del papiloma humano (HPV por su sigla en inglés).
“La estrategia de vacunación en escuelas es utilizada por muchos países, junto a la modalidad de vacunar en los servicios de salud, casa a casa o en campaña. Vacunar en escuelas verificó un resultado muy positivo en todos los países que lo adoptaron, ya que es el momento en que se puede captar a todas las niñas de la edad que se busca”, señaló De Oliveira en alusión específica a la vacuna contra el HPV.
La experta recordó que es fundamental que las niñas reciban las dos dosis (con un intervalo de seis meses) antes de exponerse al virus, y recordó que este es transmitido por el hombre en la relación sexual. De Oliveira coincidió con las autoridades sanitarias en la eficacia de este mecanismo de visita a centros educativos, teniendo en cuenta que en la adolescencia los niveles de vacunación suelen bajar.
“La elección de Uruguay de vacunar en centros educativos derivará en muy buenos resultados, traducidos en altas coberturas vacunales”, dijo. En este contexto felicitó a Uruguay por sus niveles de vacunación en lo que es el esquema rutinario y por su sistema de registro nominal de información que permite realizar un acompañamiento individual y manejar información concreta de cada persona.
Información confiable
En este contexto, la médica insistió en la importancia de mantener una buena comunicación con la población sobre estos temas. En el caso de la vacuna contra el HPV los mensajes deben ser específicos para cada segmento al que se desea llegar: a los padres, a las niñas, a la comunidad científica y a la población en general. Asimismo, instó a las personas a que busquen información en fuentes confiables, que manejen la evidencia científica disponible en el mundo.
“Es importante que los padres y las niñas-adolescentes sepan que recibiendo la vacuna están previniendo un cáncer grave, que mata, y que la mejor forma de prevenir el cáncer cérvico-uterino es que la niña reciba las dos dosis en la edad apropiada”, reafirmó.