La romería de El Rocío —popularmente denominada El Rocío— es una manifestación de religiosidad popular católica andaluza en honor de la Virgen del Rocío. La romería se celebra el fin de semana del Lunes de Pentecostés. La Virgen se encuentra en la ermita de El Rocío, que se halla en la aldea almonteña del mismo nombre, en la provincia de Huelva. La hermandad de Almonte es la encargada de organizar los cultos y romería de la Virgen María.
Tras recorrer en romería, a pie, a caballo, en carretas, carros engalanados en coches de caballos o en «charrets», el camino, el cual pasa en parte por el parque de Doñana, una inmensa multitud de devotos llegan a las puertas de la ermita, donde los almonteños la noche del domingo al lunes de Pentecostés, realizan lo que popularmente llaman «el salto de la reja». A continuación, los almonteños sacan a la Virgen que llaman «Blanca Paloma» en procesión y la llevan en hombros por la aldea. El trayecto recorre las distintas hermandades desde donde los sacerdotes le rezan la Salve, acompañados por el pueblo rociero.
La romería del Rocío es una de las romerías más famosas y multitudinarias que existen. Cuenta con más de 121 hermandades (hasta 2018),1 y entre las personas ilustres que han visitado la aldea del Rocío se encuentra el Papa San Juan Pablo II el 14 de junio de 1993. El que dijo ya la famosa frase «Que todo el mundo sea Rociero»
La salida de la Virgen del Rocío en la madrugada del lunes de Pentecostés se realiza tras acabar el rezo del Santo Rosario que comienza a medianoche, pasando todos los simpecados de la Hermandades filiales por delante de la ermita hasta que llega el de la hermandad matriz de Almonte, que entra en la ermita y debe llegar al presbiterio, siendo en ese instante cuando se produce el salto de la reja. La Virgen se encuentra en unas parihuelas en el presbiterio. Por todo esto, nunca puede predecirse con exactitud la hora de salida de la Virgen. En el año 2015 el salto a la reja fue a las 3:02h.
Durante la romería se concentra la entrada de miles de personas en el Parque Nacional de Doñana. Esto supone un gran impacto ambiental en unos ecosistemas únicos y protegidos.
Seprona ha manifestado en reiteradas ocasiones los malos tratos que reciben los animales que acompañan a los peregrinos. En 2009, El Rocío se saldó con 23 caballos muertos (en 2008 fueron 25) por agotamiento, inanición y maltrato, sin sumar los que mueren al terminar en las cuadras.
La principal amenaza es el aumento descontrolado de vehículos de motor, fundamentalmente todoterrenos que provocan ruido, humos y daños en el suelo al circular fuera de los caminos.
También la producción de basuras se dispara, así como el ruido de motores, amplificadores, gritos de día y de noche y los peligros de incendio. Asimismo, los cohetes y petardos lanzados son objeto de numerosas críticas al provocar molestias a vecinos y a sus animales (ganado y mascotas), además de suponer un gran impacto en las zonas protegidas, donde anidan un gran número de aves.
Aun así, la situación parece mejorar cada año. La Consejería de medio Ambiente ha regularizado el tránsito rociero entre otras medidas. Se entiende por tránsito rociero el organizado directamente por las hermandades y otras asociaciones y que se realiza en vehículos correctamente identificados y organizados por estas. Además, el parque solo autorizará el tránsito de vehículos de motor a las hermandades y organizaciones que cumplan una serie de requisitos, con el fin de impedir un sinfín de vehículos de motor dentro de los lindes de Doñana. Por citar algunos datos, sólo en la provincia de Sevilla pueden transitar en el Espacio Natural de Doñana en esos días unos 35.000 peregrinos, 3.000 tractores y 2.200 todoterrenos.
Algunas de las hermandades están de acuerdo en limitar el número de vehículos todoterreno ya que además de causar graves problemas ambientales, no tienen nada que ver con la romería tradicional a pie o a caballo.
Aquí compartimos un documental realizado sobre esta festividad andaluza.