Cinco meses después de adquirir el acuario de Sevilla y tras una profunda mejora e innovación en los sistemas de control, estructuras y espacios del recinto, con una primera inversión de un millón de euros, el grupo Global Omnium inauguró ayer las nuevas instalaciones con dos áreas de ecosistemas renovadas, Manglar y Jungla, y la exposición «Calma» de medusas.
A la apertura oficial asistieron la concejal de Economía , Comercio y Relaciones Institucionales del Ayuntamiento de Sevilla, Carmen Castreño; el delegado provincial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Segundo Benítez; el presidente de Global Omnium, Eugenio Calabuig; el director del acuario, Juan Antonio Romero; el presidente de la Cámara de Comercio, Francisco Herrero; y el presidente del Puerto de Sevilla, Manuel Gracia, entre otras personalidades.
El presidente de Global Omnium, Eugenio Calabuig, se mostró satisfecho por el progreso del acuario, que se encuentra cerca de su objetivo de convertirse en un referente internacional de los llamados «acuarios-joya», por lo que agradeció a la plantilla su implicación y esfuerzo por lograrlo. «Ellos son la verdadera joya de este acuario», dijo.
El recorrido de visita, con más de 40 tanques en exposición y 11.000 ejemplares de 400 especies acuáticas, sigue el viaje que lideró Fernando de Magallanes hace 500 años partiendo del puerto de Sevilla para abrir una nueva ruta de comercio de las especias con las Islas Molucas, por lo que recorre cinco grandes áreas del planeta como el Guadalquivir, Atlántico, Selva tropical, Oceanario e Indopacífico.
El nuevo acuario presenta, además de los ya existentes, la renovación y recreación de dos ecosistemas singulares que formaron parte de aquel trayecto: el manglar y la jungla. En ambos se han reformado las instalaciones y se ha abundado en la decoración y recreación de ambiente con efectos sonoros, visuales y sensitivos, y en la introducción de especies y aumento de peces para contemplar.
El «viaje» comienza en el puerto de Sevilla con el ecosistema del Guadalquivir, donde se descubre la fauna autóctona y la invasora de los diferentes tramos del río. Continúa cruzando el segundo océano más grande del planeta, el Atlántico, donde destacan los corales del Atlántico Oriental y los tanques dedicados a los animales más pequeños, la guardería, en la que se puede ver crías de sepia y rayas, huevos de tiburón, así como el plancton, la base de la alimentación de muchos de los animales del acuario.
De este modo, se llega a la Selva tropical, un espacio reformado con raíces de árboles, ruinas incas y frondosa vegetación, en el que se ha incorporado la nueva tecnología para hacer llegar al visitante efectos desonidos, olores y niebla, que ayudarán a comprender el contexto de este ecosistema. En la selva se encuentran animales tan espectaculares como las anacondas verdes, las tortugas Mata-mata, las iguanas y las vistosas ranas de colores, recientemente incorporadas. Así se llega al Oceanario, el tanque de tiburones más profundo de la península, para luego cruzar la terrible tormenta que sufrió la expedición de Magallanes surcando las aguas de la Patagonia. Para ello, se realiza una recreación con una proyección en «mapping» en la que unas naves parecen sucumbir entre las olas.
Tras este tránsito, se desvanece la tormenta y llega la calma… llegan las medusas. «Calma» es una exposición singular, con avances tecnológicos y nuevas técnicas expositivas, con juegos de luces de colores, que inducen al relax, a seguir los ondulantes movimientos de estos invertebrados, muchos de ellos con una picadura muy peligrosa.
Gracias al intercambio con acuarios como Osaka, Hong Kong, Valencia o Lisboa, la exposición contiene unas mil medusas provenientes de todos los mares del mundo repartidas en siete tanques -unas doscientas en exposición y el resto en cuarentena- de 12 especies, entre las que se incluyen las cinco más urticantes del mundo.
De las medusas del acuario destacan la Ortiga del Pacífico, con sus 14 tentáculos marrones que llegarán a alcanzar 12 metros largo y unos 40 centímetros de campana, y la medusa de puntos blancos, apodada ya por el equipo del acuario como «La flamenca» por sus lunares que recuerdan los del típico traje de gitana. Una de las innovaciones es un tanque que muestra cómo se genera el sistema de circulación que necesitan estos invertebrados para desplazarse. Además, se podrá ver algo desconocido hasta ahora como es la zona técnica de reproducción de medusas.
En el Indopacífico se halla uno de los tanques más «peligrosos» del acuario. Allí habitan los peces león, característicos por sus aletas dorsales a modo de plumas que contienen un potente veneno, y las morenas, cuyos afilados dientes tienen colonias de bacterias, que infectan las heridas causadas por sus mordeduras.
Las Islas Molucas es el tema de un nuevo espacio expositivo con un gran tanque en el que se reproduce un bosque de manglares con tres de las cuatro especies existentes y la silueta de La Nao Victoria en sus paredes. En Manglar se pueden observar las conocidas raíces de estos árboles, que sirven de criadero de peces tropicales.
Tanque de los «friquis»
El Manglar es la frontera con la barrera de coral donde habitan más de 20 especies de corales y unos cien peces tropicales. Después llega el tanque de los «friquis», donde se pueden observar rarezas tropicales como el pez globo, el pez loro, el pez unicornio o la vaquita (Lactoria cornuta).
«Mapping» en una carpa
Debido a las condiciones climatológicas, la proyección «mapping» que los responsables del acuario pretendían realizar con motivo de la inauguración de las nuevas instalaciones y prevista sobre el río Guadalquivir, se traslada desde este viernes al domingo a una gran pantalla abierta al público, que se instalará en una carpa junto al centro donde se exhibirá el corto animado sobre el viaje de Magallanes y audiovisuales de la nueva oferta expositiva del acuario.
Los horarios del «mapping» son los siguientes: este viernes, de 14.00 a 23.00 horas; mañana sábado de 10.00 a 23.00 horas y el domingo día 27 desde las 10.00 hasta las 20.00 horas.