La UTE, la fundación Elecnor y la Organización de los Estados Iberoamericanos acordaron reasignar paneles fotovoltaicos instalados en 35 escuelas rurales a viviendas que aún no cuentan con conexión a la red de electrificación tradicional, cercanas a esos centros de estudio, informó el titular de UTE, Gonzalo Casaravilla
En 2014 la UTE suscribió un acuerdo con la fundación Elecnor y la Organización de los Estados Iberoamericanos (OEI), que permitió la aplicación del programa Luces para Aprender, mediante el cual se instalaban paneles fotovoltaicos en escuelas rurales que no accedían a la electrificación tradicional.
Ese sistema se colocó en 85 escuelas. A medida que son conectadas a la red tradicional, esos paneles se retiran para su reutilización. Actualmente, quedan 50 escuelas con el sistema fotovoltaico, los paneles de las otras 35 escuelas serán colocados en viviendas de las inmediaciones de esos centros educativos que aún no tienen luz eléctrica y en un laboratorio de la UTEC.
“Seguimos, los mismos actores integrantes del programa Luces para Aprender, buscándole una racionalidad a este proceso”, subrayó Casaravilla.
El 4,5 % de la matriz energética uruguaya corresponde a energía fotovoltaica. En el futuro la energía renovable no convencional será fotovoltaica y aumentará en base al crecimiento de la demanda.
Según el jerarca, “las energías renovables pasaron con éxito la prueba de la sequía”, porque si se analizan los cuatro meses en los que se recibió un 26 % menos de agua de lo que se capta históricamente, el sector eléctrico suministró casi lo mismo de eólica que de hidráulica (40 % cada una), 8 % de biomasa, 4,5 % de fotovoltaica y solo 4,5 % de térmica.
“En comparación con la matriz eléctrica que había en 2012, el ahorro de estos cuatro meses fue del orden de los 130 millones de dólares”, concluyó.