Dos partidos se jugaron en simultáneo para decidir quienes pasaban primero y segundo en el Grupo B y así clasificar a octavos, pero además definir el rival de Uruguay en dicha instancia.

Por un lado España que se jugaba su pasaje ante Marruecos, quienes ya estaban eliminados; por otro Portugal e Irán, selecciones que todavía contaban con chances.

La Roja comenzó de mala manera, recibiendo un gol en contra rápidamente por parte de Khalid Boutaib, pero de igual forma pudo empatar el partido gracias a la anotación de Isco.

En el otro partido fue la selección lusitana quien consiguió abrir el marcador a los 45 minutos, con un gran remate de Ricardo Quaresma.

Finalizaron ambos primeros tiempos, y de momento Portugal se encontraba como líder, con siete puntos, mientras que España quedaba segundo con cinco, e Irán solo con tres.

El complemento comenzó en los dos partidos con la misma intensidad de parte de todos los países y fue allí donde comenzó a pesar el VAR.

Los liderados por Cristiano Ronaldo tuvieron la chance de liquidar el encuentro al contar con un penal que el juez del partido, el italiano Massimiliano Irrati, cobró con ayuda de la tecnología. Sin embargo el capitán no aprovechó, como no es común, ya que el arquero iraní Alireza Beiranvand adivinó y lo atajó, quedándose con la pelota en dos tiempos.

Pasaron los minutos en los encuentros y Marruecos volvió a sacar ventaja a los 81´ gracias al gol de Youseff En Nesyry. Por el momento, dicho resultado no cambiaba nada.

El VAR volvería a ser usado en el Mordovia Arena, y el italiano revisaría una acción de Cristiano Ronaldo, quien hizo una falta sin pelota y sospechaban por codazo del portugués. Sin embargo el juez decidió no expulsarlo y sólo lo amonestó.

La tecnología marcaría un penal a favor de los iraníes, cuando un jugador de su selección bajó la pelota con la cabeza, y la misma rebotó en la mano del defensa luso. El árbitro debió recibir la ayuda de sus colegas para dar el penal con el cual Karim Ansarifard empató el encuentro.

Con este resultado Portugal seguí primero pero con sólo 5 puntos, por sobre los cuatro de Irán y España. La Roja se quedaba con la segunda posición por contar con más goles a favor, pero de recibir otro gol bajaría a la tercera. Por su parte los asiáticos dependían de un gol propio para pasar a ambos, quedar como líder y dejar a los portugueses fuera.

Nada de esto pasó, y el VAR volvió a tomar protagonismo en el estadio Kaliningrado, donde la selección española marcó un tanto por parte de Iago Aspas, que en principio fue anulado por el línea, pero que luego, el juez principal lo convalidó, viendo en las pantallas correspondientes, que el delantero del Celta se encontraba en la línea del defensa marroquí.

Los partidos finalizaron en empate, Portugal igualó en uno con Irán, mientras que España en dos ante Marruecos. Esto dio como consecuencia que los dirigidos por Fernando Hierro sumaran cinco puntos, igualados a los lusos pero con un gol a favor más que ellos, mientras que los asiáticos quedaron con cuatro, haciendo una gran campaña pero sin alcanzarle para pasar a octavos. Los africanos cerraron el grupo con un solo punto, también realizando encuentros dignos de la Copa del Mundo.

Dichos resultados definieron que Uruguay deberá enfrentar a Portugal el próximo sábado en el Fisht Olympic Stadiom, en la ciudad de Sochi, a la hora 15.00 (uruguaya). Por su parte, España enfrentará el domingo a Rusia.