Un eclipse total de Luna, el más largo del siglo XXI, con una totalidad de 102 minutos, está en su apogeo.
Se le llama Luna de Sangre, porque adquiere un color rojizo gracias al brillo de la atmósfera terrestre. Cuando nuestro satélite se mete en el cono de sombra de la Tierra, queda iluminada por la luz del sol que desvía la atmósfera terrestre.
En todos los eclipses totales pasa lo mismo, por lo que el fenómeno no tiene nada especial en ese sentido. Sin embargo, sí lo es su extensión, al tratarse del eclipse más largo del siglo.
Pero además, su duración se ve extendida por otro aspecto. Nuestro satélite alcanzará su afelio, es decir, su punto más lejano de la Tierra a lo largo de su órbita. De modo que la Luna parece ser un poco más pequeña y tarda más tiempo en cruzar la sombra.