Bueno, finalmente Wilmar Valdez se baja de las elecciones. ¿Las razones?, solo el lo sabe, los motivos familiares que argumenta no los voy a discutir, de todas formas no hay nada claro.

¿Que fue lo que lo llevó a presentarse en los medios hasta el viernes y el sábado bajarse y argumentar problemas familiares?.

Valdez queda en el debe con la opinión pública y con sus compañeros de ejecutivo. Las acusaciones son, hasta ahora supuestos, pero en esto “el que calla otorga”, el presidente de la AUF  debe salir en forma contundente a desmentir hasta las últimas consecuencias las versiones que lo acusan de corrupción y conminar a quien tiene los audios a que se expongan a la justicia, lamentablemente hasta que no lo haga la suspicacia nunca se desvanecerá.

Evidentemente a Valdez lo bajaron con la presión exacta para que de un paso al costado.

¿Que dicen los audios?, solo unos pocos lo saben, la fantasía del futbolero se expande y mas de uno asegura haberlos escuchado, lo cierto es que quién los preparó los uso en el momento exacto para que el candidato no tuviera margen de maniobra, no voy a hablar del contenido de los mismos por que no los escuché, pero si es cierto que existen, Valdez lo aceptó públicamente.

Son de tal magnitud para generar la renuncia… parece que si.

LA EXTORSIÓN, LA COACCIÓN

Que lo coaccionaron no hay duda, que la causa que lo lleva a renunciar es la amenaza de usar el contenido de esos audios tampoco. El presidente de la AUF aceptó que hablo “de más” en confianza con alguien en forma privada, esa información la tengo plenamente confirmada, Valdez en una charla telefónica privada se refirió en forma dura y crítica sobre tres figuras importantes del gobierno, la conversación fue grabada y utilizada para forzar su renuncia, las consecuencias de lo dicho con Valdez son estrictamente políticas, no podría continuar en el cargo enfrentado con el gobierno.

La gran pregunta es …¿que poder se mueve en el sub mundo del fútbol, que poder graba conversaciones y extorsiona?.

Esta todo podrido, es posible que haya gente grabando conversaciones, haciendo “camas” para luego generar esto, es sin duda el lado oscuro del fútbol.

(Por Ernesto Faría)