El caso registrado en Casarino en las últimas horas se encuentra en los despachos judiciales y culminó con un hombre internado en grave estado por la reacción de una serie de vecinos ante la violencia mostrada por el delincuente en una rapiña.

La justicia resolverá las responsabilidades de unos y otros en el episodio. La compañera del delincuente en la rapiña ya está en prisión, mientras se espera la recuperación de este hombre para formalizarlo también.

Otro capítulo será el de las personas que participaron en el arresto y sus actitudes para con este hombre, así como la participación de uno o dos policías en ese violento momento. La Fiscal lo tiene en sus manos y deberá tomar decisiones en las últimas horas.

Fuentes Confiables busca dar respuesta a las características de un arresto ciudadano y definir sus límites. Para ello en primer término consultó al Abogado Penalista Juan Fagúndez.

Fagúndez explicó que «cualquier ciudadano lo puede hacer, consiste en detener a quien presuntamente cometió un delito o intentó hacerlo, luego debe esperar la llegada de la policía para entregarlo o llevarlo a una Seccional policial. Quien hace el arresto debe llevar las pruebas del delito ante la policía. En caso de no existir las mismas, quien hace la detención debe someterse a las averiguaciones judiciales y policiales. Si en el transcurso del arresto esta persona se resiste o agrede, el arrestante está habilitado a defenderse. En el caso de Toledo, viendo el video da la sensación que se sobrepasan los límites del arresto ya que el detenido no se defiende y se le sigue pegando. No es sencillo dcidir. Yo no aplaudo la violencia. Debe jugar un papel importante el aspecto emocional en estos casos. Si un delincuente pone un arma en la cabeza de un niño, disminuye notoriamente su estándar de protección a sí mismo porque genera una reacción violenta«.

Fagúndez explicó los límites en estos términos:

 

 

El Dr. Alberto Reyes, Presidente de la Asociación de Magistrados del Uruguay, en visita a Fuentes Confiables detalló sobre el arresto ciudadano. 

Dijo que «el mismo se admite en caso de flagrancia, es decir que el delito esté sucediendo en el mismo momento. Es una conducta lícita, el problema es cuando a la persona la reducen y le pegan, lo atan y demás, y en definitiva terminan arruinados los que hacen el arresto porque si entramos en esa dinámica, es el Far West. La Justicia debe poner límites. Recuerdo el caso de un joven que robó una gorra en Maldonado y por ese motivo lo mataron. Es una locura. Pero hay varios casos. Debemos tender a no correr el límite».

Así se manifestaba el Dr. Reyes: