Los cerca de cinco mil integrantes del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), que agrupados en tres columnas protagonizan la Marcha Nacional Lula Libre, confluirán para cerrar un ”cerco popular” sobre Brasilia.
La víspera se sumó a la caminata el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, quien dijo marchar en solidaridad con el pueblo brasileño y por la liberación de Lula, ‘que es un preso político’.
El también presidente del Servicio Paz y Justicia (Serpaj) de Argentina subrayó que los intentos de querer excluir por la fuerza al fundador y líder histórico del Partido de los Trabajadores (PT) de las elecciones presidenciales de octubre próximo no es una maniobra utilizada solo en Brasil, sino en todo el continente latinoamericano.
La extrema derecha está avanzando en la dominación de los pueblos, sostuvo el activista por los derechos humanos en declaraciones al periódico Brasil de Fato, e insistió en que ‘reclamamos Lula libre, que se presente en las elecciones y que el pueblo elija qué partido tiene que gobernar’.
El Nobel de la Paz destacó asimismo que existe una gran solidaridad internacional con la causa del ex dignatario brasileño, condenado sin pruebas a 12 años y un mes de cárcel y encerrado desde el pasado 7 de abril en la Superintendencia de la Policía Federal (PF) en Curitiba, capital del estado de Paraná.
Luiz Inácio Lula da Silva cumple prisión política desde hace 130 días, después que el tribunal de apelaciones de Porto Alegre (TRF-4) aumentara a 12 años y un mes de cárcel la condena proferida en primera instancia por el juez federal Sergio Moro y, además, ordenara la ejecución inmediata de la sentencia.
De acuerdo con la Carta Magna brasileña, el principio de presunción de inocencia (y con éste la libertad del ciudadano) debe mantenerse hasta que se agoten los recursos de apelación en todas las instancias judiciales.
Mas, un entendimiento de 2016 del Supremo Tribunal Federal (STF) abrió la posibilidad de que condenados pudieran ser privados de libertad una vez ratificada la sentencia en segunda instancia y siempre que el juez argumentara el por qué de la decisión, lo cual no ocurrió en el caso de Lula.
Además de la Marcha Nacional Lula Libre, en reclamo de la libertad del ex dignatario y su derecho a concurrir como candidato presidencial a las elecciones de octubre próximo siete integrantes de movimientos populares del campo y la ciudad cumplen hoy dos semanas en huelga de hambre.
‘El hambre, el desempleo, la mortalidad infantil, las epidemias, la carestía, los aumentos en el precio del gas butano, de los alimentos, de las tarifas del transporte, son los principales motivos que nos llevan a un sacrificio como éste’, dijo recientemente fray Sérgio Görgen, uno de los participantes en el ayuno.
Además, porque – según Görgen – el pueblo ya escogió su camino: la liberación y la conducción de Lula a la Presidencia, como hombre-símbolo de un proyecto de combate a la pobreza y al hambre.