El guardameta uruguayo Guillermo De Amores, quien es integrante del plantel de Fluminense de Brasil, lleva ocho meses en la entidad y no pudo disputar ni un sólo encuentro.

Llegó para adueñarse del arco del club carioca tras despertar el interés en la llave eliminatoria de Copa Sudamericana 2017 cuando defendió a Liverpool.

El técnico que comenzó el año futbolístico con Fluminense, Abel Braga, no tenía interés en su contratación. Fue una transferencia realizada por la cúpula de la institución.

De todas maneras, convocó al meta de 23 años para un encuentro ante Avaí, en la derrota 2-1 el 1 de marzo, y ocupó un lugar en el banco de relevos. Fue lo más cerca que estuvo De Amores del campo de juego, lamentablemente.

Sufrió posteriormente dos lesiones musculares en uno de sus gemelos. Cuando se recuperó de la primera instancia, volvió a recaer. Tras cumplir el parate por el Campeonato del Mundo, la fortuna no estuvo con De Amores para mostrarse ante el nuevo técnico, Marcelo Oliveira.

Ahora, lleva un mes de su operación de rodilla derecha (24 de julio) y no se sabe cuanto tiempo puede llevarle la recuperación. El guante de oro en el Mundial Sub 20 de Turquía 2013, en el que Uruguay fue vicecampeón, tiene el futuro más que incierto.

El ex Liverpool, pasó a Boston River en enero tras rescindir su vínculo con la entidad negriazul. Su préstamo por un año fue tasado en 776 mil reales (algo más de 200.000 dólares), con opción a compra de 5.8 millones de reales (1.500.000 dólares).

 

(Por Rafael Castillo – La Oral Deportiva)