Avenida del Libertador y Yaguarón. Frente a la sucursal Aguada del Banco itaú para una remesa de Prosegur. Delante de la remesa para una camioneta Peugeot Partner. Las puertas del vehículo se abren y de allí, diez delincuentes fuertemente armados bajan ya a los tiros.
Los guardias en primera instancia no reaccionan, ya que se vieron sorprendidos por el ataque. Luego comienza el intercambio de disparos. El tiroteo se mantuvo por unos cinco minutos. Por el lugar transitaba una importante cantidad de gente. Trabajadores, vecinos, estudiantes del IPA, que está a menos de cien metros del lugar de los hechos. Todos se refugian en la iglesia de la Aguada, presas del pánico.
Durante el tiroteo, los delincuentes lograron robarse una bolsa con 200.000 dólares, pero eso recién se vio más de una hora después del asalto. Un guardia de seguridad de 53 años, Miguel Berriel, policía retirado, es herido en una pierna y otro guardia, Eduardio Murriel de 34, fue herido dos veces, en el pie izquierdo y en el brazo izquierdo. Berriel se encuentra en CTI.
Los vecinos relatan «minutos de terror» en diálogo con Fuentes Confiables. La propietaria de un restaurante cercano expresó el impacto en un momento en que había alto tránsito de gente y la circunstancia pudo haber sido mucho más grave. Relató que «ví que la policía de Prosegur se tiraba al suelo y les grité a todos que hicieran lo mismo. Parecía una guerra. Estoy contenta de que estén todos bien. Habíamos cinco personas en el bar. La policía actuó muy rápido, igual que las ambulancias que llegaron enseguida. Prosegur viene habitualmente dos o tres veces por día. Ese día estaban un poquito retrasado. Esto te deja con nervios, porque no tenés claro donde estás viviendo».
Aquí el reporte de Lucía Betancur directamente desde el lugar dialogando con los vecinos, en momentos en que las autoridades del Banco están reparando los daños: