Con un triplete del delantero uruguayo, Barcelona goleó 5-1 a la casa blanca en una nueva edición del Clásico español. Philippe Coutinho y Arturo Vidal completaron la exhibición catalana. 

¿No está Lionel Messi? Tranquilos, no hay motivos para encender alarmas. El fuego rioplatense sigue encendido y hoy quedó demostrado. La ferocidad de Luis Suárez hizo temblar los cimientos del Camp Nou y destrozó anímicamente a Real Madrid, que no pudo contener el poder ofensivo de la bestia uruguaya.

Barcelona atropelló a su rival de todas las horas desde el primer minuto. La banda derecha cubierta por Nacho Fernández se convirtió en una autopista, donde Jordi Alba pasaba a toda velocidad para asistir a los atacantes blaugranas. Esa zona fue clave para los primeros dos tantos catalanes.

Philippe Coutinho abrió la cuenta en el minuto 11. Sergio Busquets, el mejor mediocentro del planeta, envió la pelota a Alba y este, centró para el extremo brasileño quien solo tuvo que rematar. A los 30′, Suárez inició su obra maestra al cambiar un remate desde el punto del penal por gol. El uruguayo recibió una falta de Raphael Varane que el árbitro sancionó gracias al VAR.

La casa blanca no salió a jugar el primer tiempo. Cortar las líneas de pase le fue imposible ante la movilidad de las piezas azulgranas. Sin embargo, a pesar del trago amargo de esos 45 minutos, los merengues reaccionaron y recortaron diferencias.

Julen Lopetegui dio ingreso a Lucas Vázquez por Varane. El español pasó al lateral derecho, mientras que Nacho acompañó a Sergio Ramos en la zona de centrales. La cruzada merengue comenzó con el tanto de Marcelo a los 50′, tras una jugada elaborada por Benzema, Vázquez e Isco. El lateral izquierdo remató tras el flojo rechace de Clément Lenglet.

Real Madrid ganó metros en el campo y tuvo la oportunidad de igualar. Luka Modric, de flojo rendimiento, estrelló un remate en el poste izquierdo y, Karim Benzema, envió la pelota por encima del travesaño luego de un cabezazo. Barcelona pudo estirar diferencias, pero el latigazo del salteño se encontró con el vertical.

Era cuestión de esperar. Aún quedaba más para Suárez quien completó una tarde de ensueño, mágica, única, como lo hacía en sus primeras temporadas con el equipo de la ciudad condal. La perseverancia del “9” le dio su recompensa y, en el 75′, anotó el 3-1 que pulverizó los ánimos capitalinos. Ousmane Dembele, quien ingresó por Coutinho, cruzó el balón de izquierda a derecha para Sergi Roberto, este centró y, el Pistolero salteño, ejecutó a Thibaut Courtois con un cabezazo mortal, imposible para las manos del guardameta belga.

El césped del coloso de Les Corts era de Suárez, al igual que el juego clásico. La superioridad catalana comenzó a notarse nuevamente y fue aprovechada por Lucho. Real Madrid, preso de su impotencia, regaló el balón tras una floja salida entre Ramos y Nacho, capturó Roberto para asistir a Suárez y, con un toque leve sobre la humanidad de Courtois, firmó el 4-1 a los 83′. La goleada se hacía realidad y era justa, porque Barcelona se transformó en una aplanadora que no dio respiro a su rival de todas las horas.

El broche de oro lo puso Arturo Vidal. Una combinación de pases tuvo a los jugadores madridistas como espectadores de lujo, Dembele envió el balón por arriba y, el King chileno, firmó la “manita” blaugrana a los 87′. Solo hubo un equipo en cancha.

Con la exhibición de hoy, Suárez llegó a nueve tantos en 11 clásicos españoles disputados. Anteriormente le había marcado un doblete en el enfrentamiento de noviembre de 2015, encuentro que terminó 0-4 a favor de los catalanes en el Santiago Bernabéu. Una sana costumbre del delantero uruguayo, que se ha ganado un lugar en la rica historia blaugrana gracias a sus goles y actuaciones destacadas.

Todo esto con Messi en la tribuna, como un espectador más.

(Por Aldo Mattos)