El enólogo Diego Herrera explicó acerca del fenómeno de los “Wine Bars” que están surgiendo en Montevideo, en distintas zonas de la ciudad. Se trata de un espacio donde los clientes pueden catar vinos de diferentes bodegas, pero que también hay espacio para tragos, cervezas y ofertas gastronómicas que el local pueda ofrecer.
En la Columna Gastronómica del programa Creer o Reventar, se hizo mención de algunos de estos emprendimientos, que pueden ofrecer lo típico de un «Wine Bar», o también otros que buscan distinguirse y sumar algo más, como es el caso de uno de ellos que está ubicado en el centro e incorpora una librería. El sitio es en un sótano y tiene gran cantidad de libros, que se incorpora como una novedad.
Un punto favorable, es que acudir a un “Wine Bar” sería el primer paso donde, en lugar de visitar cada una de las bodegas, se puede obtener un panorama de gustos y estilos con catar en estos lugares. Además, estos espacios están tratando de girar hacia un enfoque turístico, donde profesionales asesoran a clientes acerca de los productos con los que trabajan.
Herrera explicó que los “Wine Bars” están por fuera de recomendaciones comerciales, y que se centran en una recomendación objetiva para quien desee catar variedad de vinos y bodegas. No obstante, siempre es aconsejable pedir de dos a tres recomendaciones, para evitar algún caso aislado, de que se trate de la preferencia del local con una etiqueta o bodega determinada.
El enólogo precisó que en el exterior, en países como Argentina y Estados Unidos, ya se trabaja desde hace tiempo con este tipo de emprendimientos y se rompieron las barreras que impone en Uruguay todavía, en cuanto a nichos de consumidores de vinos. En nuestro país, el vino de bodega, mayormente tiene un público objetivo de personas de edad alta.
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