El Licenciado Richard Danta analizó en su columna de Semiótica en Fuentes Confiables el mensaje denotado y connotado de las palabras, en particular de “shock” en referencia a la propuesta de gobierno de Lacalle Pou.
Danta se refirió al “uso no reflexionado de las palabras”, con el ejemplo de la publicidad de jabones: “cuando el shock era exclusivo de Susana Giménez y vendía jabones…”
La palabra “shocks” en los años 60 era “cool” porque era una manera de generar impacto pero de forma diferente. Esta palabra sigue presente en el diccionario pero ¿cuál es el uso que le damos?
«El precandidato Luis Lacalle Pou presentó su programa de gobierno proponiendo cambios que calificó como “shocks” (de austeridad, competitividad, de seguridad y de cultura). Es su punto central de la campaña, es un nudo conceptual donde construye la trama de su discurso programático. Fue una palabra seleccionada, identificada y propuesta. El “shock” porque lo usará como un impacto rápido, sujeto a control, a auditorias».
Explicó que «tenemos la tendencia a pensar que las palabras funcionan en la vida real como en el diccionario, con uno o varios significados. Las palabras no funcionan según la lógica de catálogo de un diccionario. En el lenguaje hablado son como telarañas. Las palabras tienen una definición ideas descriptivas pero también ideas asociadas, es decir, connotación».
Pero, ¿esto qué significa? ¿Por qué usar para sintetizar una propuesta política a una palabra con connotaciones tan desfavorables? ¿Estamos frente a un acto de frontalidad o ante una apuesta por el filo del cuchillo semiótico?