El precandidato a la Presidencia de la República por el Partido Colorado, Ernesto Talvi, presentó en un acto en el Club Aguada, su proyecto para volver a convertir al Uruguay en un “pequeño país modelo”.

Talvi comenzó su discurso citando a Albert Einstein quien definió a Uruguay como un pequeño país feliz con “instituciones sociales modelo”, que protegía a los débiles y donde lo “recibieron con una genuina cordialidad como raramente” encontró en su vida.

En este sentido, Talvi dijo: “No nos debería sorprender que Albert Einstein describiera al Uruguay así porque ese es el país que soñó Don José Batlle y Ordóñez mientras vivía en Europa y que llamó un pequeño país modelo” que construyó.

Por eso, el precandidato se preguntó por qué pasamos de un verdadero país de primera al “paisito” e indicó que los uruguayos nos volvimos adictos al corto plazo. Talvi enumeró las manifestaciones que evidencian la adicción al corto plazo de los uruguayos. La primera fue el proteccionismo, para proteger empleos en el corto plazo comprometimos el porvenir: “Nos dimos el lujo de aislarnos del mundo, de la competencia de la innovación, el lujo de ser caros y poco competitivos, de no salir a conquistar mercados como lo hizo Chile”. La segunda fue transformar al Estado en una fábrica de empleos. “Transformamos el Estado protector en un Estado que concede privilegios”.

Talvi lo ejemplificó con las Empresas del Estado. “Los funcionarios que trabajan en las empresas del estado ganan en promedio un 65% más que los trabajadores del sector privado con el mismo nivel educativo. ¿Y saben por qué? Porque los sindicatos de estas empresas consiguen que les paguen salarios que ningún trabajador privado le pueden pagar porque si no las empresas se funden”.

“Después la empresa monopólica se da vuelta y le traslada esos costos al precio de la electricidad, del agua, de los combustible, del teléfono fijo, de la conexión a internet, total, no podemos comprarle a más nadie. ¿Saben cuánto tienen que pagar los trabajadores privados para financiar estos privilegios? 1212 pesos por mes”, afirmó.

Por su parte, Talvi indicó que los monopolios del Estado también se usan para cobrar impuestos por la puerta de atrás. “¿Sabían que la UTE en 2018 nos cobró de más, y ganó 350 millones de dólares que le transfirió al gobierno para tapar el agujero que tiene porque no llega a fin de mes? El millón de trabajadores del sector privado que trabajan por un salario tienen que pagar 944 pesos por mes por tener que pagar impuestos que se cobran por la puerta de atrás.”

Somos “Incapaces de ahorrar en tiempos de lluvias abundantes para periodos de seca”, señaló Talvi a lo que calificó como la tercera manifestación de la adicción del Uruguay al corto plazo. “El Estado se transformó en un gastador compulsivo patinándose cada peso que le entra y más. Y cuando la bonanza se termina, nos enfrentamos a un guión bien conocido. No llegamos a fin de mes: déficit fiscal. Endeudamiento. Un dólar poco competitivo. El país más caro para producir y para vivir. Asfixia de la producción y del turismo. Devaluación, inflación, pérdida del valor adquisitivo del salario y desempleo”.

Finalmente resumió lo que a su entender sucede en el Uruguay del presente: “La decadencia del Uruguay se explica por devorar el futuro para proteger el presente, usando al Estado como instrumento, asfixiando a los productores nacionales creyéndonos que teníamos impunidad para ser un país caro y poco competitivo, la impunidad para degradar nuestra educación, para dejar en la historia nuestra vocación transformadora”. A lo que agregó: “Uruguay es como un adicto que no puede salirse de la droga que lo hace feliz 15 minutos.