El delantero tricolor rescindió su contrato con Nacional y su destino sería el fútbol mexicano.
El club albo no tiene derecho económico alguno sobre el futbolista que pidió la salida. La institución interpretó la situación como una oportunidad de bajar presupuesto por lo que aceptó.
La información que se pudo confirmar es que varios dirigentes estarían molestos ya que el jugador se habría apersonado al entrenador diciéndole que «había dado todo por el club, que quería dejar la Institución». El director técnico lo comunicó a la directiva quien entendió la situación y lo liberó. Lo que no cayó muy bien fue que a las pocas horas se supo de una contratación previamente arreglada en México.
En la última sesión de directiva se habló también del comportamiento disciplinario de dos o más jugadores.
El tema fue tratado en directiva ya que al firmar contrato existe un protocolo de comportamiento que de ser incumplido están previstas sanciones económicas.
El hecho fue derivado al cuerpo técnico que evaluará si corresponde aplicar también alguna pena de carácter deportivo.
(Por Ernesto Faría – La Oral Deportiva)