De taquito a la mañana recibió a Álvaro Villar, candidato por el Frente Amplio a la Intendencia de Montevideo.

En la década del ’50 se crea el Hospital de Clínicas, y el primer director uruguayo fue el padre de Villar. “Había una ordenanza que decía que debía vivir en el hospital y así transcurrió mi infancia, entre gasas”, contó Villar.

Sus hermanos se dedicaron al arte y a la publicidad: “Yo cursé unos meses de ingeniería y no me sentí cómodo. La verdad es que no creo tanto en la vocación, no creo que uno nazca para ser cirujano o médico, más bien uno se forja con lo cómodo que se puede sentir en el ambiente”, dijo.

Villar habló de sus 10 años de exilio en Cuba y España: “Nosotros vivimos pendientes de cuándo íbamos a volver, todos los cuentos de fútbol o carnaval eran de mis padres, toda la música que se escuchaba era uruguaya, además recibíamos gente que nos traía casetes con grabaciones uruguayas”.

“Sin querer ser machista, en casa nuestra madre nos mantenía la cultura culinaria de Uruguay, marcando un diferencial con el país en el que estábamos”, agregó.

“A los 18 años viví la salida de la dictadura de Franco en España y eso fue muy fuerte. En todos lados en los que estuve no me gustaba que se notara que era extranjero”, contó.

Consultado sobre la limpieza de Montevideo, dijo: “Si no sos capaz de mantener una ciudad limpia, no tenés capacidad de lograr el desarrollo económico. Yo creo que se puede pegar un salto en esta materia”.

“Lo otro es priorizar el transporte colectivo y las bicicletas”, afirmó sobre los puntos que evalúa claves para la Intendencia. “Una opción es hacer el primer kilómetro hasta la parada de ómnibus en bici, se engancha la bici al ómnibus y se hace el último kilómetro en bici”, dijo.

«Hoy no estamos preparados para esto, pero con trabajo se puede llegar», acotó.

“Se puede bajar el precio del boleto”, afirmó Villar. “No quiero hacer promesas, pero se puede hablar y tratar de lograr esa baja”.

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