Pongamos pienso, la columna del físico Carlos Vera.
En agosto de 2019, una empresa privada de Israel envió una nave espacial como parte de un proyecto a la Luna, contó el físico Carlos Vera. En abril de ese año, Beresheet despegó con rumbo hacia el único satélite natural de la Tierra.
Semanas después, la nave tuvo que realizar un aterrizaje forzoso y se estrelló contra la Luna. «El año pasado vimos fotos del vuelo, que mostraba el nombre de la misión, «Arca de Noé», así como una bandera de Israel pegada al fuselaje. Como consecuencia, parte de lo que transportaba la nave se esparció por toda la Luna. Entre ellos, los tardígrados, seres vivos que son «prácticamente indestructibles», dice Vera. «Pueden sobrevivir casi cualquier cosa. Esperan a que haya humedad para vivir».
El hecho de que haya miles de tardígrados en la Luna abre varios debates interesantes sobre la vida en la Tierra.
Escuchá la columna de Vera: