El país asiático registró un nuevo pico de la pandemia superior al de marzo.

Las autoridades chinas exigen que toda persona que provenga del extranjero, tiene que realizar el aislamiento social y permanecer en su domicilio. Una de las principales preocupaciones radica en los casos importados. La curva de infectados se volvió a elevar, luego de que el país haya registrado un retroceso en esos datos, incluso en el número de víctimas fatales.

Este lunes se informó que hay 108 nuevos casos, 98 pertenecen a pacientes provenientes del extranjero, situación que las autoridades no han podido controlar al cien por ciento y que continúa afectando la situación epidemiológica del país. La cifra de este domingo redobla a los 46 casos informados el sábado, por lo que la preocupación crece y las medidas de prevención se agudizan.

En la ciudad de Harbin se dispuso un nuevo confinamiento de 28 días en esa línea, para evitar la propagación del Covid 19 a manos de personas contagiadas que puedan llegar desde Rusia. Con ese país, las fronteras permanecen cerradas desde el 8 de abril.

Incluso, en esa ciudad al noreste con unos 10 millones de habitantes, se les ofrece recompensa a los vecinos que denuncien a aquellos que no acaten lo dispuesto por el gobierno. Recompensarán a los informantes con hasta 2.000 yuanes, unos 280 dólares.

En términos industriales, el gigante asiático se convirtió en los últimos meses en el mayor productor y exportador de protectores médicos, según publica Infobae. Ya son alrededor de 20 mil las fábricas, la mayoría instaladas luego de que se expandiera el virus nacido en Wuhan, China, en noviembre pasado.

Solo la ciudad de Heilongjiang informó este lunes de 7 contagios autóctonos detectados el domingo y 49 contagios “importados” procedentes de Rusia. Hay en todo el territorio 1.156 pacientes con el virus “activo”: 121 se encuentran en estado grave y 74 de ellos están en Wuhan, ciudad donde comenzó a expandirse el brote y que se cobró la vida de 2.577 personas.

Información: parar el caos.

China está tomando recaudos y controlando las investigaciones académicas que buscan evacuar dudas acerca del origen del virus.

Temen por la desinformación e instaron a los responsables a volver a tomar pruebas para reconfirmar las publicaciones; algunas ya fueron eliminadas por la sensibilidad de la información que busca develar cómo se originó la enfermedad. El Ministerio de Ciencia y Tecnología agudizó los controles.