Lugar a dudas, por Antonio Ladra.

Julio María Sanguinetti marcó la cancha. “El Partido Nacional debe asumir que este no es un gobierno blanco sino multicolor”, escribió en su columna del semanario partidario Correo de los Viernes. Yo diría que más que el Partido Nacional, el presidente Luis Lacalle Pou. En similares términos se manifestó el senador Adrián Peña futuro ministro del nuevo Ministerio de Medio Ambiente.

Son estos algunos de los ruidos que hay en la coalición gobernante que se suman a otros, quizás desde mi punto de vista más preocupantes y que provienen del partido Cabildo Abierto.

Explico: Sanguinetti y el Partido Colorado tienen oficio de gobernar, saben lo que hay que hacer y cómo hacerlo, por eso le piden al presidente que abra el juego. Cabildo Abierto, en cambio, es un partido nuevo, sin rodaje político, basado en el peso de su líder Guido Manini Ríos, casi exclusivamente quien ha demostrado que cuando le conviene se corta solo sin consultar nada a sus socios.

Escuchá la columna completa:

Sanguinetti escribió en Correo de los Viernes, que “el gobierno afronta una situación gravísima y sorprendente, que ha envuelto al mundo entero en un estado de conmoción”, en referencia a la pandemia de Covid-19 y que “asoma” un “debate presupuestal” en el que el Poder Ejecutivo no “debe perder de vista la perspectiva amplia, del conjunto y del futuro”.

“Ante este panorama”, agrega el senador y secretario general del Partido Colorado, “más que nunca es fundamental que la coalición de gobierno responda como lo viene haciendo hasta ahora. Con debates internos, sí, pero con efectiva unidad a la hora de decidir. El Partido Nacional debe asumir que este no es un gobierno blanco sino, como ha dicho el Presidente reiteradamente, multicolor. Los demás partidos mantenemos nuestros perfiles, aunque sin intransigencias”, sostuvo el ex presidente.

Si bien aquí se marca la cancha, la frase esta contextualizada en el marco de la próxima discusión presupuestal y aquí Sanguinetti sabe por su propia experiencia que se juega gran parte del partido y que si la coalición multicolor no sale fortalecida no hay LUC que valga.

El gobierno está en la torre ejecutiva y en el piso 11 donde está el presidente es por donde pasan todas las decisiones.

Lo que ha hecho Sanguinetti es decirle a Lacalle Pou que concentra poder que no hace consejos de ministros para evitar que las decisiones sean asambleas, “ojo hay cosas que podes hacer, pero nos tener que preguntar”.

Por otro lado, Sanguinetti sabe y tiene claro que la renuncia de Ernesto Talvi al frente de la Cancillería cambió el peso del partido colorado en el gabinete, pero sabe también que sin los votos de los colorados muchas de las iniciativas no prosperarían y no solo eso, sino que darían una imagen de esta sí, colcha de retazos.

Por eso las palabras de Sanguinetti son además una señal hacia la propia interna, son un antes y después. Ha quedado claro que tomó la posta en el liderazgo del Partido Colorado, pero no hubo pasaje de mano a mano del testimonio, esa barra cilíndrica que se pasan los atletas del mismo equipo. Aquí lo que paso fue que Sanguinetti que perdió la interna ahora, con la caída de Ernesto Talvi, (alguna vez se sabrá toda la verdad de este episodio) se transformó en el jefe del Partido Colorado.

Foto: Gastón Britos / FocoUy.