El fenómeno reúne a unos 400 millones de insectos, informó Uriarte
La chance de que la denominada plaga de las langostas llegue a Uruguay es real, según advirtió el ministro de Ganadería, Carlos María Uriarte, quien instó a denunciar ante su avistamiento.
El jerarca informó sobre el plan de contingencia que tiene nuestro país ante la posible llegada; hay seis aviones fumigadores en la frontera con Argentina que están en alerta. Se combatirá a la manga con productos químicos que ya fueron autorizados por el gobierno.
El fenómeno reúne a unos 400 millones de insectos, que ahora están a 200 kilómetros del norte Uruguay, al suroeste de la ciudad argentina Corrientes. Sin embargo, por el frío y las lluvias, en los últimos dos días se trasladó unos 2 kilómetros en dirección a nuestro país.
Uriarte exhortó en una conferencia virtual, a que nadie tome el control por sus manos. «Es difícil controlar una manga de esas dimensiones», dijo. Añadió que el ministerio buscará detener «en lo que se pueda su posible impacto». El control será distinto si las langostas llegan a una zona poblada o descampada.
«Si bien la chance de que lleguen a Uruguay es baja, hay una chance. Está la posibilidad y vamos a mantener en alerta todas las medidas de emergencia», señaló. Funcionarios del Ministerio de Ganadería están «preparados, asignados y en alerta para cumplir su función».
Carlos María Uriarte
El insecto.
Uruguay está en monitoreo constante. El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca recibe información día a día con ubicaciones precisas, fotos, videos y su comportamiento.
El enjambre de langostas procede de Paraguay y se instaló en el norte argentino desde hace varias semanas; amenaza con ingresar a territorio brasileño.
Es un insecto que no afecta a la salud de las personas ni los animales, pero puede impactar en la actividad agrícola de forma directa y en la actividad ganadera de forma indirecta.
Esta langosta migratoria no es la misma que se conoce en Uruguay, explicó el ministro Uriarte. Le denominan “langosta sudamericana”, que a su vez es distinta a la que llegó a Uruguay en los años 40’. En su dimensión es grande y tiene un color amarronado.
(Foto: Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, Argentina)