Este domingo estuvo Carmen Sánchez, presidenta de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), en After Office y habló sobre el trabajo que vienen realizando con emprendedores y empresarios en la pandemia, la visión del Estado de los emprendedores y los programas a realizar en el futuro.
Según la presidenta de ANDE, la principal preocupación de la agencia en la pandemia, era poder aportarle liquidez a las empresas para que no se cortara la cadena de pagos. Las ayudas brindadas han abarcado desde un subsidio a los «monotributistas Mides», hasta un préstamo con condiciones blandas para empresas de monotributo o unipersonales. Sánchez afirmó que ahora buscan cubrir desde los más “chiquititos” hasta los más grandes, ya que se demora la reactivación y, aquellos que contaban con mayor «espalda económica», necesitan una inyección de capital.
Desde el 6 de abril, día que se fundó el Sistema de garantías (SIGA), se ha garantizado más de 8.500 créditos, representando una cifra de 300 millones de dólares. Sánchez también explicó que a través del Programa de Crédito Dirigido se vienen brindando más de 13 millones de dólares y más de 3.000 créditos. A su vez, se han brindado más de 10 millones en seguros por cese de actividad.
La presidenta de ANDE, sostuvo que una de las primeras medidas que tomaron, fue transformar una de las áreas de articulación de productiva en desarrollo empresarial, justamente para que atiendan a las empresas que ya están instaladas. Sánchez afirmó que van a “tener un pilar de trabajo muy fuerte en emprendimientos y otro pilar bien fuerte de trabajo en desarrollo empresarial”. Agregó también que van a desarrollar, en los próximos meses, programas para empresas, para crecer y capacitarse, como también líneas de financiamiento para estas.
Sánchez entiende que los emprendedores son «la esperanza» para la post pandemia. Por esto, el Gobierno ha tomado la visión de apostar por ellos, por ejemplo con artículos de la LUC, donde buscan exonerar aportes patronales y también pretenden crear un nuevo régimen impositivo que, a diferencia del literal E donde tributan un ficto cada mes, «van a poder tributar en función de lo que efectivamente facturan».