Infectólogo del GACH: El mensaje "quedate en casa" necesita ser "revitalizado"

El Dr. Henry Albornoz llamó a la población a comprender que estamos en una situación de riesgo distinta.

Henry Albornoz, infectólogo que integra el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), explicó cuál es la gravedad de la situación sanitaria actual, en entrevista con Punto de Encuentro. «Uno siente incertidumbre de qué va a pasar en los próximos días», indicó Albornoz.

El experto explicó que hace cinco días los indicadores han ascendido y cada vez nos alejamos más de esa zona verde de la que alguna vez supimos estar. Nos encontramos en la mitad de la zona amarilla y con los casos incrementando. El mensaje del «Quedate en casa» necesita ser «revitalizado», consideró Albornoz.

Llamó también a la población a comprender que estamos en una situación de riesgo distinta. No porque se estén llevando adelante más tests, como algunos podrían pensar, sino por la gravedad de la situación. «Cuando uno mira el porcentaje de los positivos, también aumentan», explicó y se refirió a que la cantidad de casos cada 100 mil habitantes vienen aumentando.

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Para fin de año en Uruguay tendremos «varios desafíos», avizoró el infectólogo. «No se pueden hacer (reuniones) en espacios cerrados ni con muchas personas ni demasiado horario. Sería preferible que la reunión sea por sectores», indicó de cara a las fiestas de fin de año. En ese sentido, agregó que si «más o menos» se mantiene el círculo de personas que se frecuentan, el riesgo se reduce porque los contactos se mantienen.

Además, pidió evitar reuniones de 50 personas en espacios reducidos. «Hay que entender que si nosotros hacemos actividades en un contexto controlado, se pueden hacer. El problema es cuando las actividades se salen de lo protocolizado y se pierde la trazabilidad de los contactos», manifestó.

Consultado sobre la situación del transporte y tras las denuncias de varios usuarios por hacinamiento en determinadas líneas, Albornoz expresó: «No hay una noción clara de que el sistema de transporte haya contribuido de forma importante a los casos de las últimas semanas». Esto es así debido a que «hay menos intercambio de contacto y las personas usan mascarilla, a diferencia de una reunión».

En cuanto a la masa de casos asintomáticos que, de no enterarse que han contraído el virus, pueden llegar a estar circulando libremente, el infectólogo confirmó que hoy se sabe que, dentro de los casos detectados, los asintomáticos rondan al 25%. Cuanto más enfermedad crónica o más edad tenga la persona, tiene más probabilidad de contraer el virus, explicó luego.

Varias veces los jóvenes han sido apuntados como los culpables de este segundo empuje, se ha dicho que no se cuidan ni mantienen los protocolos correspondientes. Albornoz discrepó: «No hay que identificar responsabilidades en ningún grupo social ni en ningún sector de la población. Reactivando las actividades sociales, económicas y de todo tipo, esto iba a ocurrir. Es una situación que la podemos manejar desde el punto de vista sanitario».

De todas formas, remarcó que hay que retomar los cuidados y ser conscientes de cómo funciona la propagación de este virus. Si bien los resultados de los últimos proyectos de vacuna son alentadores, «no va a llegar ni en un mes ni en dos meses», dijo. «No estamos en una situación crítica. Estamos en una situación controlable, pero el desafío es que no siga aumentando», insistió Albornoz.

Verano

Si bien dijo que «las playas van a ser un problema», Uruguay tiene ciertos beneficios con respecto a otros lugares del mundo. Por ejemplo, cita Albornoz, las playas son abiertas. En la Costa de Oro, por su población, se aglomera más cantidad de gente, pero es un lugar abierto y la concurrencia se da en un horario relativamente corto.

La recomendación es mantener las distancias, no ir de a grupos grandes, evitar el compartir el mate o cualquier tipo de bebida y que las reuniones en las playas sean familiares. El integrante del GACH entiende que no debería usarse la mascarilla en la playa por ser un lugar abierto, ya que la mascarilla tiene su mejor grado de efectividad en lugares cerrados, poco ventilados, y donde hay «mucha chance» de que se pueda dispersar el virus cercanamente.

Sobre el caso de las piscinas, Albornoz dijo que no puede confirmar que hayan habido casos de transmisión en ellas. Sí en clubes, pero no se sabe dónde. El mayor riesgo no ocurre en el agua -siempre que se mantenga un aforo- sino las aglomeraciones en los vestuarios.

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