Hablamos con Fernando Zuccaro, compró un navío del año 1886 a 1.500 dólares, lo restauró, lo convirtió en su hogar y viaja a bordo con su esposa y dos de sus cinco hijos. Cuentan expertos que es el segundo barco más antiguo del mundo que está en actividad.

 

«Estoy en medio viaje a Génova a Italia y nos agarro la pandemia y nos tuvimos que quedar en Caravelas»

 

«Yo navego desde chico, ya tenia otro barco y con el me fui navegando a vela a Europa. Cuando volví me quería armar otro barco y empecé a buscar otro barco como para vivir, siempre viví arriba de un barco porque me gusta»

«Tengo un motor de apoyo pero ando a vela porque el motor consume demasiado»

«Mis hijos Aquiles que tiene 23 años y Juan tiene 8 viven en el barco. Tengo cinco hijos, los que están estudiando están en tierra. Juan a los quince días de nacido ya nos fuimos para el barco»

 

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