Por Antonio Ladra.

Mi madre, de origen canario, de las Islas Canarias y canaria por haber nacido en el Tala, Canelones en el seno de una numerosa familia con once hermanos repetía en ocasiones una frase que después supe que era un refrán que decía “Fulano de tal es más papista que el Papa”.

Recién, ya de grande, indagué que significaba ser más papista que el Papa.

Es una expresión, ustedes lo saben, que se usa para referirse a quien manifiesta más interés o preocupación por un asunto que la persona directamente interesada o afectada.

Ayer leí un tuit del presidente de la Republica, decía: “El 1/3/2020 asumió un nuevo gobierno. No fue solo un cambio de autoridades. Es además un cambio en el estilo, entre otras cosas en el respeto a todas las opiniones. En este gobierno no se señala con el dedo a los que piensan distinto y lo dicen”.

Este tuit de Lacalle viene a cuento, aunque no lo diga expresamente, a referirse a lo que fue la opinión, el pedido que lanzó al aire un querido colega, Aldo Silva, en su programa de radio Sarandí.

Fue el pasado viernes que Aldo dijo palabras textuales al referirse a la situación sanitaria del país: “Si tenés 70 muertos, anuncialos vos. Anúncielo usted señor presidente. Usted es el presidente de la República”.

Fueron apenas 17 palabras y parece que fue el fin del mundo y el mundo binario, ese de las redes sociales, ardió. Hubo quienes de un lado, supuestamente defensores del gobierno que pidieron lisa y llanamente que fuera despedido de sus trabajos, que dudaron de su integridad y hubo quienes del otro lado lo apoyaron fervientemente, olvidando algunos de los muertos que tienen en el placar. Algunos, más sofisticados, arriesgaron decir que sabían qué votaba Aldo para concluir que siempre estuvo para hacer mandados a la derecha, pero que ahora que veía que todo se caía se escabullía y dijo lo que dijo para caer bien.

En fin, dio para todos los gustos. Las redes sociales tienen eso: sacan lo peor que anida en nuestras mentes y lo hace sin freno, pero lo peor fue el ensañamiento de la senadora Graciela Bianchi, una legisladora de la República que debería ser más medida y equilibrada.

“La pandemia tiene algunas cosas positivas: desenmascaran “periodistas” que posaban de profesionales independientes. En las tragedias las muertes son de todos. Los uruguayos tenemos más memoria de lo que los mediocres piensan y no perdonaremos a los miserables”.

Después del tuit del presidente, que puso las cosas en su lugar, quedó claro que la senadora fue más papista que el Papa.

CODA

Para finalizar, la tensión con la prensa y los periodistas no es nueva. Recordemos en caso Sendic y la declaración del plenario del Frente Amplio contra los periodistas y los medios de prensa o ahora mismo, la declaración pública de Fenapes contra los “órganos de prensa” y el “avance autoritario que busca criminalizar la protesta, deslegitimar a las organizaciones y desprestigiar ante la sociedad a sus integrantes”, a raíz de las críticas por el abuso del dirigente Marcel Slamovitz en el uso de la licencia sindical.

¿Esto quiere decir que la prensa y los periodistas no pueden ser criticados? No, de ninguna manera, el trabajo de los periodistas y el comportamiento de los medios son siempre objeto del escrutinio social y está bien que así sea. Está bien y es bueno que haya multiplicidad de voces y miradas, pero no cuesta nada y hace bien usar el respeto y no la descalificación per se

Pero, ¿saben qué?: todos tienen muertos en el ropero.

Escuche la columna de Antonio Ladra en Punto de Encuentro:

Foto: Dante Fernandez / FocoUy