Lacalle habló sobre los gustos que compartía con el fallecido ministro, y lo comparó con Aparicio Saravia.
El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, estuvo presente en el entierro de Jorge Larrañaga, y habló para el público presente en el Cementerio de Paysandú. Lacalle dijo que con la partida física de Larrañaga «vamos a extrañar un bastión fundamental en el gobierno» y lo destacó como alguien «que no sabía de descanso ni sabía de renunciamiento» y que «empieza a descansar cuando lo veíamos en el mejor momento».
«Había encontrado su eje, su centro, y esa envestida típica de él se había concentrado y focalizado en esta tarea», expresó Lacalle, en referencia al desempeño de Larrañaga como ministro del Interior. «Su partido lo va a extrañar en la primera fila», agregó.
Lacalle Pou también hizo referencia a los homenajes de distintos cuerpos policiales: «Que los cuerpos policiales le rindan homenaje, que los retirados le rindan homenaje, que el sindicato de la policía le rinda homenaje, no es moco de pavo». Para el mandatario, esto se debe a que «no mandaba, se ponía adelante», detalle en el que lo comparó al caudillo nacionalista Aparicio Saravia.
«Ese arrojo de Saravia casi al fanatismo inentendido, que por si fuera poco se vestía para que lo distingan, no era un acto de locura, no era solo un acto de arrojo, era de ejercer la autoridad, era mandar, era ser el primero de la fila, el padecer con la tropa. El mandar sin imponer, es convencer», explicó.
Habló, además, sobre los gustos personales que compartía con Larrañaga, «los cuchillos, los caballos, y los relojes», y remarcó que veía a estos últimos como «una valoración de los tiempos. El tiempo pasa, y no es para todos igual el paso del tiempo si no hay respuestas, y si hay carencias».
Se dirigió a los hijos del fallecido líder político, haciendo referencia a su propio caso con su padre Luis Alberto Lacalle, del que sostuvo que «quería más tiempo, quería más tranquilidad». Les dijo que «la actividad política es ensanchar el corazón, es un acto de generosidad. No es querer menos, en el corazón hay lugar para casi todo, es querer más. Es esa familia no sanguinea que es la patria. El corazón del viejo de ustedes estaba compartido con 3 millones y medio».
Foto: Gastón Britos / FocoUy