Brasil tiene uno de los peores brotes de Coronavirus en el mundo: más de 470.000 muertos y más de 16 millones de contagios, con un promedio superior a 61.000 nuevos casos diarios según los reportes del país de la última semana. Sin embargo, a pesar del alarmante contexto, el presidente Jair Bolsonaro aceptó inmediatamente la invitación de CONMEBOL para realizar la Copa América 2021, luego que Colombia y Argentina fueran descartados como anfitriones.

Según expertos en infecciones y epidemias, la realización del torneo puede contribuir a empeorar la situación al generar más actividad y aglomeraciones, en un panorama sanitario donde la ocupación de camas en cuidados intensivos supera el 80% en varias partes de Brasil, incluso en ciudades como Brasilia, Goiás, Mato Grosso y Río de Janeiro, actuales subsedes de la Copa.

Nadie Se Atreve se contactó con Gilmara Melo, pasante de periodismo en G1- Bauru y Marília (Sao Paulo) en TV Tem, afiliada a la Red Globo, para conocer los últimos acontecimientos relacionados al tema. Entre ellos, las protestas callejeras de los ciudadanos brasileños bajo el lema «no queremos copa, queremos vacuna» realizadas el 29 de mayo, repudiando la decisión del gobierno y exigiendo mejoras en el plan de vacunación; hasta el momento se encuentra retrasado, puesto que solamente el 10% de la población está completamente vacunada.

Desaprobación
Según Datafolha, el índice de aprobación de Bolsonaro cayó a 24%, agudizándose con las protestas callejeras del último fin de semana de mayo ante la deficiente gestión frente a la pandemia de COVID-19. Sumado a esto, el desempleo, la falta de comida, la investigación que le inició el Senado ante los reiterados rechazos a la compra de vacunas y sus conocidas recomendaciones de ingerir Cloroquina para evitar contagios.

Nuevas protestas se preparan para el sábado 19 de junio contra la realización de la Copa.

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