En la columna de género Carolina Notalgiovanni nos cuenta sobre los orígenes del ciberfeminismo.
«Es una corriente dentro del feminismo que surge entre la segunda y la tercera ola alrededor de la década de los noventa, con el auge de internet y de las nuevas tecnologías que empiezan a surgir y a profundizarse en ese momento. Desde el feminismo en ese entonces se vio esta nueva herramienta que surgía como una posibilidad de transgredir las identidades de género, reivindicar un montón de derechos y profundizar la lucha»
«Se entendía que era un espacio el mundo tecnológico donde poder transgredir los géneros impuestos. Con el paso de los años se empezó a ver desde otras posturas feministas que esa visión original era como un poco utópica en el sentido de como que ahora si vamos a lograr realmente terminar con la discriminación, visibilizar otras identidades de género»
«Con los años fue quedando en evidencia que el espacio digital y tecnológico también profundiza y deja abierta la posibilidad de el machismo, la discriminación, la violencia, etc»
«Hay un montón de posturas, una de ellas observaba y analizaba estos cambios sociales tecnológicos como liberadores para el cuerpo femenino, en ese momento veníamos de una segunda ola que había insertado a la mujer en el mercado de trabajo, que había sacado a la mujer de la espera privada a la espera pública, el cuestionamiento muy fuerte a la maternidad como destino natural. Esta cuestión de la tecnología llega como en el momento justo como terminemos de liberar el cuerpo de las mujeres con esta nueva herramienta»
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