Uruguay alcanzó las 1.050 camas operativas en el auge de la pandemia cuando antes contaba con 625.

El gobierno junto a intensivistas definió tener un piso de 800 camas de CTI entre públicos y privados tras el cierre de unidades de cuidados intensivos en Montevideo. Este lunes hubo una reunión entre la Junta Nacional de Salud y la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI), donde de ambas partes se planteó ese número, según informó el presidente de la SUMI, Julio Pontet.

El objetivo es readecuar recursos porque, por ejemplo, a nivel de camas de CTI, en auge de la pandemia -en junio- Uruguay tuvo 1.050 camas operativas. Frente a 625 que había antes de la pandemia. Hoy hay 961 camas de CTI disponibles: 557 de ellas están ocupadas y 404 están libres. Si se tiene en cuenta solo el nivel público, Uruguay tenía 112 camas de CTI, ahora son 260, más 65 camas de unidad de respiratoria de agudo.

Escuche a Pontet aquí:

La instalación de camas y su mantenimiento, conlleva un costo, tanto para públicos como para privados. Un cama de CTI que se instala son entre 1.000 y 1.500 dólares, dependiendo del nivel de complejidad del paciente. Las camas vacías, son camas equipadas, que tienen su personal y un costo fijo detrás. A medida que la demanda baja cada institución readecúa su estructura.

Escuche a Pontet aquí:

Escuche el informe completo de Nahuel Marichal aquí: 

 

Foto: Mauricio Zina / FocoUy