Según el directorio del ente, “las relaciones empresa-gremio no se ajustan a lo oportunamente acordado”.
El Directorio de Ancap resolvió no renovar el acuerdo marco para un convenio colectivo del año 2000 (que se basara en el firmado en 1993) y acuerdos complementarios, y convocó al sindicato a negociar uno nuevo que incluya la reglamentación de la carrera horizontal para los funcionarios, informó el ente por medio de un comunicado.
«La Administración entiende que el espíritu y metas propuestas en esos documentos (por el convenio colectivo) no se están cumpliendo. En efecto, las relaciones empresa-gremio no se ajustan a lo oportunamente acordado, evidenciando un conjunto importante de planteos sindicales que rápidamente escalan de los ámbitos de negociación a posiciones de conflicto, contrarios a las decisiones que legítimamente corresponden a la empresa. Se constata una aplicación frecuente y excesiva de medidas distorsivas, que decididos en ámbitos sectoriales impactan a otras áreas e impiden la normal y eficiente operación, generando importantes sobrecostos en un entorno cada vez más exigente y competitivo», argumentó Ancap.
También se anunció que la empresa «resolvió dar por finalizado a partir del 31 de agosto el alquiler del barco Malva H, propiedad de un armador extranjero». Según se explicó, ese contrato fue firmado en 2019 luego de un «proceso altamente conflictivo causado por la baja del buque ANCAP IX y negociaciones entre el sindicato y el gobierno de la época, en una serie de decisiones que no contaron con informe favorable de la estructura gerencial».
Según el directorio, esta medida asegura un ahorro de US$ 2 millones por año. «El suministro de combustibles a las plantas del litoral (Juan Lacaze y Paysandú) se mantendrá reorganizando la operativa de las barcazas y el empujador de ANCAP, complementada con operativas de camiones cisterna que alternarán el transporte de gasolina hacia el norte del país y etanol al sur», se comunicó.
Por otra parte, desde el directorio se resolvió «mandatar a la gerencia general» a que negocie la salida de ANCAP de la empresa Talobras, una sociedad creada en 2012 entre el operador del aeropuerto de Carrasco y la distribuidora Petrobras, hoy DISA.
«Esta empresa, que nunca llegó a operar y ha generado una controversia entre sus socios, tiene por objetivo gestionar la logística de abastecimiento a aviones, actividad que, por sus características y volúmenes involucrados, no es de interés prioritario de ANCAP», informó la empresa, que además sostuvo se reubicará a los empleados involucrados. En el mismo sentido, «se mandató a la gerencia general para que negocie el alquiler de las plantas de aerocombustibles actualmente operadas por personal de ANCAP».