Hablamos con la Psicóloga María del Pilar Silveira sobre la primera infancia en el espacio educativo y la complementariedad de la contención e involucramiento familiar.

 

-¿Que importancia tiene los primeros años de vida en el desarrollo de un niño?

La primera infancia en un concepto en la neurociencia que tanto da, que habla de ventanas de oportunidades que son períodos sensibles en el desarrollo, de mayor plasticidad neuronal en determinadas áreas cerebrales que a través de ellas se adquiere con mayor facilidad las distintas funciones cognitivas, el lenguaje, asociar, conocer, percibir, de todo lo que son bases para después desplegar el aprendizaje. Algunos hablan del primer año de vida como el más significativo.

 

-Hay hogares en el que hay contención familiar y  hay padres presentes, pero a veces el panorama lamentablemente no es así, ¿Qué se puede hacer para que esas situaciones en ese primer año impacten de manera positiva?

Por eso cada vez más el espacio educativo y la interdisciplina que trasciende la psicología cada vez más otras áreas como fonoaudiología, psicomotricidad, lo social da pauta. Las realidades son distintas por eso es importante todo el aporte de la educación como complementario a la familia y cuanto más unido se esté más posibilidades hay de sostener, ayudar, acompañar y orientar a esa familia para que se potencien todas las posibilidades de estimular adecuadamente. Cada vez se está motivando más a los padres para que más tempranamente se ingrese al sistema educativo, los centros CAIF también están promoviendo todo lo que es la estimulación temprana y ayudando a los padres.

 

-¿Cómo evaluarías el involucramiento de los padres en la educación de los hijos?

Es singular, también más que echarle la culpa a los padres hay que pensar en la sociedad exigente y demandante en la cual vivimos que estamos siempre corriendo, por eso cada vez más la educación deja de ser un espacio donde aprender contenidos académicos y socializar. Cada vez más la educación esta siendo una complementariedad de la familia, osea ahora se enseña mucho a comer y el control de esfínteres, cada vez más se está ampliando por lo menos lo que es los alimentos porque en la imitación y ver que otros niños comen eso también ayuda. Hay familias absolutamente receptivas a todo lo que la institución trata de orientar y hay otras familias que no tanto, siempre teniendo en cuenta que esas ventanas se cierran y si esto sucede hay posibilidades pero si condiciona, va a ser más difícil después aprender esas funciones cognitivas.

 

-¿La autoridad en el hogar está cambiando?

Tiene que ver con el desarrollo de la autonomía que es tan importante para el autoestima pero acorde a lo que puede, he tenido padres que me dicen yo confío en el si está muy bien que confíe en el pero es básico, tiene que confiar acorde a lo que puede. Hay que irle dando confianza en la medida en que el niño puede, evitando también la sobreprotección que es muy dañina tanto como el abandono casi.

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