En la columna de género Carolina Notalgiovanni nos informa sobre el análisis de investigadoras sobre lo que aconteció en el último año y medio en cuando al teletrabajo y la desigualdades de género.
Un análisis realizado por unas investigadoras de la Facultad de Ciencias Sociales que arrojan los siguientes datos:
Se plantea que cuando se habla del trabajo como una cuestión que flexibiliza del trabajo tradicional de las 8 horas en la oficina o el espacio que fuere, como que el teletrabajo da otra libertad, otra flexibilidad porque vos te manejas tus horarios, trabajas de pantuflas, almorzás cuando querés, etc que por un lado son así pero que en realidad en el caso de las mujeres implica conciliar y articular con otras circunstancias, comentaba Carolina Notalgiovanni.
Hay un debate de quienes afirman que por un lado esto permite a las mujeres articular con menos tensión los cuidados familiares, como posibilidad de mantener empleo y autonomía económica para las mujeres que no pueden salir por temas de cuidados de su casa. Hay quienes piensan que el teletrabajo es una trampa para las mujeres que termina como reproduciendo la división sexual del trabajo porque las vuelve a ubicar en los hogares sobrecargándolas, por un lado del trabajo y además en el mismo espacio físico y en el mismo tiempo de las demandas del hogar.
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