Domenech no puede atribuir "una actuación política" al fiscal Díaz, pero "goza del favor del Frente Amplio"

Cabildo Abierto pidió su renuncia hace un año.

El senador de Cabildo Abierto, Guillermo Domenech, comentó este martes a 970 Noticias que no puede «imputarle al fiscal (Jorge) Díaz una actuación política concreta en favor de ningún partido», pero que «él goza del favor del Frente Amplio, de eso no tenemos ninguna duda», luego de la renuncia del fiscal de Corte anunciada este martes. Domenech recordó que su partido había pedido su renuncia hace un año, sin embargo no comprende «cuáles son las razones que lo impulsan, pero ahora miraremos hacia el futuro y veremos el fiscal que se designe».

Tras la detención del alcalde de Florencio Sánchez, Alfredo Sánchez, el compañero de bancada de Domenech, Raúl Lozano, había afirmado en Twitter que «mientras se mantenga al fiscal Jorge Díaz y al establishment que hábil e inteligentemente el propio Díaz diseñó y armó, ningún corrupto del FA (Frente Amplio) irá preso». Domenech niega que Díaz «favoreciera al Frente Amplio».

A esta altura a nadie sorprende, si digo que mientras se mantenga al Fiscal Jorge Díaz y al establishment que hábil e inteligentemente el propio Díaz diseñó y armó, ningún corrupto del FA irá preso.
Irán otros…
Pero, nuestros socios siguen jugando a la mosqueta…y ???
Pierden!!!

— Raúl Lozano Bonet (@raul_lozanob) September 29, 2021

También criticó su accionar en el caso del sindicalista Marcelo Balcedo: «Díaz no realizó ningún lavado de dinero, lo que sucede es que de acuerdo al procedimiento penal que tenemos instalado tenemos una justicia negociada», expresó, y agregó que Balcedo «obtuvo mediante un acuerdo con la Fiscalía competente legitimar parte de esos dineros. No nos parece que una justicia negociada nos asegure realmente la seriedad de los pronunciamientos judiciales».

En cuanto a sus principales discrepancias con el mandato del hoy exfiscal de Corte, detalló que «en la Fiscalía se sancionó a varios fiscales, y estas sanciones merecieron su anulación por parte del Tribunal de lo Contencioso Administrativo», se generó «un ambiente de cierta rispidez entre los fiscales», y la «postergación de muchos fiscales con cursos de dudosa imparcialidad».