Por Carolina Delisa.
Los consumidores suelen dar por sentado que, cuando compra más cantidad de un mismo producto, el precio unitario debería ser más económico. Es decir, si en vez de comprar un paquete de arroz de determinada marca de un kilo, el cliente elige la presentación de cinco kilos, seguramente entienda que esté ahorrando. Es la lógica del “por mayor”, que también se da por entendida en las góndolas minoristas.
Sin embargo, hay ejemplos en góndolas de todos los supermercados donde lo que se da es exactamente lo contrario: si llevo un paquete más chico, quizá pague menos que si llevo la presentación más grande.
De ese modo, termina saliendo más caro el kilo, el metro o el litro de determinado producto si elijo llevar más cantidad.
Por eso, en comisión de Industria de Diputados se estudia un proyecto de ley presentado por el legislador frenteamplista Gustavo Olmos que busca agregar en las etiquetas los precios por unidad, además del precio final según la presentación.
Sin embargo, no todos los actores coinciden en que es una buena práctica y hay sectores que tienen sus reparos.
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