Uno de cada 5 de esos jóvenes no alcanza a percibir $ 15 mil, según un informe realizado por el Instituto en conjunto con la OIT.

El Instituto Cuesta Duarte en conjunto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) realizaron un trabajo para analizar el impacto de la pandemia en el mercado de trabajo y la nueva ley de promoción de empleo en el país, que fue presentado el pasado jueves. Entre los datos se desprende que el 69% de los trabajadores menores de 25 años ganan menos de $ 25 mil.

El documento difundido por Montevideo Portal detalla que “la pandemia impactó fuertemente sobre los principales indicadores del mercado de trabajo, determinando una fuerte caída del empleo que todavía está lejos de alcanzar los niveles previos a marzo de 2020”. Se apunta que se llevan perdidos algo más de 44.000 puestos de trabajo, teniendo en cuenta la recuperación que ya se ha ido procesando, los que se concentran fuertemente entre los trabajadores no registrados a la seguridad social.

“El seguro de desempleo ha sido el gran amortiguador del empleo entre los asalariados formales del sector privado. Entre marzo y octubre, más de 100.000 trabajadores se encontraban amparados por el seguro de desempleo mensualmente, con picos de 185.000 en abril y mayo. Si bien la cantidad de trabajadores amparados por el subsidio por desempleo ha venido bajando, el ritmo se ha enlentecido y en julio fueron 25.000 más que previo a la pandemia. Las perspectivas para lo que resta del año no son auspiciosas. Según nuestras proyecciones, la tasa de desempleo se ubicaría en el entorno del 10% y la tasa de empleo por debajo de 56% en 2021”, concluye el informe que también realiza un análisis según franjas de ingreso.

Se indica que las mujeres y fundamentalmente los jóvenes que presentan históricamente los peores indicadores, también fueron los más afectados por las consecuencias de la pandemia. Según el informe del Instituto, la tasa de empleo para los menores de 25 años es significativamente más baja que la de las personas mayores de 25.

“El impacto de la pandemia fue muy diferente para ambos colectivos. Mientras para los trabajadores mayores de 25 años el impacto luce menos intenso y la recuperación es clara, para los trabajadores más jóvenes la caída ocurrida hacia el segundo trimestre de 2020 es más profunda y posteriormente quedó estancada en ese nivel. En efecto, para este colectivo particularmente afectado, la tasa de empleo que en 2019 se había ubicado en 31% se desplomó en el segundo trimestre de 2020 a 25% y se mantuvo muy cerca de ese nivel durante el segundo semestre de ese año. Es muy claro como el impacto de la crisis se concentró con mayor intensidad entre los trabajadores más jóvenes”, resume el documento.

Se agrega que “la desocupación para los menores de 25 años creció sostenidamente desde que irrumpió la pandemia y hacia el último trimestre de 2020, la tasa de desempleo de este colectivo fue de 35,5%, muy por encima del 7,0% registrado para los trabajadores mayores de 25 años de edad”.

A esto se suma que entre los menores de 25 años casi el 70% (de un total de 119.907) de los que trabajan perciben remuneraciones inferiores a $ 25 mil, mientras que, según el informe, 1 de cada 5 no alcanza los $ 15.000. El análisis muestra que tan solo un 7% gana entre $ 35.000 y $ 50.000, mientras que solo un 4% (cerca de 5.000 personas) supera esta última cifra.

En tanto, los asalariados entre 25 y 39 años presentan cifras similares al promedio. Un 37% del total no alcanzan los $ 25.000 líquidos mientras que tan solo un 17% percibe ingresos mensuales superiores a los $50.000. Por su parte, la distribución salarial por franjas entre los dos tramos etarios finales no presenta diferencias significativas. En ambos casos, la proporción de trabajadores venticincomilpesistas se ubica en 30%, abarcando a unos 175.000 asalariados.

“El análisis muestra que los jóvenes no solo enfrentan desempleo mucho más alto y niveles de informalidad significativamente mayores, sino que son quienes perciben remuneraciones más bajas, un resultado en principio esperable por su posible menor formación y capacitación, pero en una magnitud exageradamente alta que evidencia la inserción excesivamente precaria de este colectivo en el mercado laboral”, apunta el informe.

 

Foto: Gastón Britos / FocoUy