«Desde el punto de vista nutricional están acordes», dijo el presidente de ASSE tras una revisión a parte de los reclusos.
Este lunes, comenzaron los controles médicos de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) a privados de libertad, iniciando por el módulo 11 de la cárcel de Santiago Vázquez (exComcar), donde se encuentran 4000 reclusos, de los cuales casi 700 ya pasaron por chequeos de salud.
«Esta actividad masiva permite detectar rápidamente los problemas», dijo el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, y aclaró que esta política no representa ningún costo extra para el organismo. Detalló que de los primeros 500 presos ya vistos por un médico, se detectaron casos de patologías psiquiátricas, problemas de adicciones, y que se determinó que «desde el punto de vista nutricional están acordes».
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«Esta prevención de salud que se está haciendo es lo básico que tenemos que tener, y lo vamos a llevar a todos los penales», sostuvo el ministro del Interior, Luis Alberto Heber.
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Cipriani informó además que se incorporará equipamiento para la atención en la propia policlínica instalada en el penal, sin necesidad del traslado a hospitales para la realización de ciertos estudios. También hay conversaciones con el presidente de Antel, Gabriel Gurméndez, para la instalación de fibra óptica, que posibilite el ingreso a la historia clínica electrónica de cualquier afección de salud de las personas privadas de libertad.
Se trata de una iniciativa en la que 22 equipos de ASSE recorrerán los centros penitenciarios del área metropolitana y de Rivera, abarcando los chequeos médicos de 9.500 privados de libertad, mientras que el resto, unos 4.500, están a cargo de la Dirección Nacional de Sanidad Policial.