La cartera anunció un «rediseño» del funcionamiento del beneficio, que implica revisar comercios solidarios y el acceso de los más vulnerables.

El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) anunció un proceso de «rediseño» de la transferencia monetaria Tarjeta Uruguay Social: será utilizada únicamente en comercios vinculados a productos de primera necesidad, como alimentación, higiene y limpieza del hogar.

«Esta medida apunta a que esta transferencia monetaria que reciben los hogares en situación de vulnerabilidad socioeconómica extrema tenga como fin el consumo de productos de primera necesidad», recalcó el ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, a través de su cuenta de Twitter.

Desde la cartera, detallaron que se realizó una revisión a los 7000 comercios que integran la Red de Comercios Solidarios. «Ya se identificaron unos 500 comercios que no encuadran en los nuevos lineamientos», indicó Lema. Estos comercios son de rubros como electrodomésticos, veterinarias, ferreterías, entre otros, indican autoridades del Mides a través de un comunicado emitido este martes. En tanto, otros 1000 comercios también serán revisados por no estar claramente identificados con un rubro.

A su vez, se revisará el proceso para integrar el Registro de Empresas Proveedoras de POS, que proveen la plataforma de medios de pago para que estos comercios puedan aceptar las tarjetas. La revisión se realizará con el objetivo de no permitir la compra de determinados artículos, como cigarrillos, alcohol, tabaco, entre otros.

Por otra parte, en una tercera etapa de este proceso de rediseño, el Mides realizará una búsqueda de acuerdos con proveedores «para facilitar el acceso a productos vinculados a la primera infancia para beneficiarios del Bono Crianza», dirigido a 30.000 hogares más vulnerables con niños de entre 0 y 4 años, que en 2022 significará un beneficio de $2000 mensuales.

Por último, desde la cartera indican que se fortalecerá la fiscalización de estos comercios «para garantizar los derechos de todas las personas beneficiarias».

Este rediseño se llevó críticas por parte de la oposición. «El desprecio de clase que implica tomar esta decisión en las fiestas, no sea cosa que algún gurí se confunda sobre el lugar de la sociedad en el que le tocó nacer», publicó en su cuenta de Twitter la diputada frenteamplista Micaela Melgar.

«Una burrada por donde se mire. Pero pueden más los prejuicios que las razones y dañar más que reparar», expresó por su parte Pablo Caggiani, integrante del Consejo Directivo del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEEd) y exconsejero en Educación Inicial y Primaria.

«No vaya a ser que los pobres todavía tengan pretensiones de tomarse una coca cola en navidad», publicó la diputada del Frente Amplio Bettiana Díaz. «Esta muy bien, no sea cosa que compren algo que no sea para pobre», posteó la legisladora de la coalición de izquierdas Margarita Libschitz.

Foto Dante Fernandez / FocoUy