«Fue una fiesta privada en la que alguna cosa se salió del ámbito privado», comentó sobre el suceso.
El presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio, compareció en Fiscalía este lunes por el caso de los cánticos violentos de Agustín Álvarez Martínez, que fueron compartidos en redes sociales. En rueda de prensa, Ruglio afirmó que la indagatoria fue para «ver cómo podemos construir a futuro en una preocupación que manifestaron, que es que los cantos no se repitan en el fútbol, y ver cómo podemos mejorar eso».
En una primera tanda declararon Ruglio como indagado, y luego el técnico de Peñarol Mauricio, el director deportivo Pablo Bengoechea y el secretario técnico Darío Rodríguez, los tres en calidad de testigos. Se les preguntó por «cómo había sido el ámbito de la fiesta, y sobre «cosas que quedarán acá adentro, que con gusto respondimos».
«Si la justicia te llama tenés que venir. En mi caso presido un club que es referencia en el Uruguay, y cualquier acción que tomemos nosotros siempre tiene una caja de resonancia grande, por ende tenés que ponerte a la orden», remarcó el presidente del club.
En lo que respecta al caso, Ruglio expresó que «fue una fiesta privada en la que alguna cosa se salió del ámbito privado y fue lo que vinimos a comentar. El club está dispuesto a pedir disculpas si alguien se sintió ofendido».
Para el directivo carbonero «no solo Peñarol, porque tiene que ser una cuestión de todo el fútbol uruguayo», deben trabajar para «corregir algunas cosas que pasaron toda la vida y que tienen que dejar de pasar», y agregó que «las canta la gente sin ni siquiera saber lo que está cantando muchas veces».
Consultado sobre si impondrá un mayor control sobre estos cánticos a la hinchada de Peñarol, Ruglio sostuvo que «es parte de lo que vamos a empezar a trabajar».
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