Por: Antonio Ladra
Estamos en la cuenta regresiva. En 19 días el pueblo uruguayo está convocado para definir si 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración, que son objeto de debate siguen vigentes o caen definitivamente.
El panorama, según las encuestas previas, parece ser favorable al gobierno que impulsa la papeleta celeste del NO, pero nada es definitivo porque la diferencia con la papeleta rosada del SI es muy ajustada y se está reeditando la foto del balotaje Lacalle-Martínez de noviembre de 2019.
Lo nuevo en todo caso es que ya van dos años de gobierno de Luis Lacalle Pou con un alto nivel de aprobación, 51% que aprueba y un 23% que desaprueba, que lo sitúa dentro de los más populares desde el retorno de la democracia.
Sin embargo, nada de eso servirá si el 27 de marzo no logra un triunfo en las urnas.
Hoy por hoy la masa de indecisos, alrededor de un 20%, es un botín apreciable para cualquiera de las dos opciones.
Me quiero detener en esos indecisos. Todas las empresas encuestadoras trazan un perfil similar de los indecisos: son en general jóvenes, con bajo interés en la política, y con niveles de información y de educación relativamente bajos. Este es electorado que va a decidir el referéndum.
Ayer, 7 de marzo, comenzaron las clases con el retorno de la presencialidad después de dos años de la amenaza del coronavirus.
Ayer y hoy y mañana debería ser un motivo de alegría por ese regreso a las aulas. Sin embargo, la realidad tira abajo cualquier idea de un Uruguay educado, de uruguayos que sepan lo que van a hacer conscientemente ante un acto eleccionario y eso explica ese perfil del indeciso.
El Monitor Educativo Liceal 2020 entre otros datos muestra que el abandono en los planes de jóvenes y adultos en enseñanza Secundaria superó el 50% el año pasado.
Respecto a la matrícula, el informe indica que entre 2020 y 2021 casi cinco mil estudiantes abandonaron las aulas, la educación formal. Durante 2020 se atendió en Secundaria a 271.146 estudiantes a través de liceos oficiales, habilitados y diferentes programas educativos. En 2021 la población estudiantil fue de 266.259.
Después nos preguntamos por el crecimiento de la violencia, después nos preguntamos por qué hay una anomia respecto de un acto eleccionario.
¿Cómo es posible que el sistema político, que acude a esos jóvenes a los que necesita para los votos, no se hayan puesto de acuerdo para detener esta sangría, este drama diario que está haciendo poco a poco que el Uruguay deje de ser viable?
El sistema político está jugando con fuego y se puede generar una crisis política porque a diferencia de otros países donde los marginados no van a votar acá están obligados a hacerlo ¿Qué pasaría si el voto no fuera obligatorio?
Escuche la entrevista completa a Antonio Ladra en Punto de Encuentro.