Luis Suárez, el cuarto de siete hijos entre Rodolfo Suárez y Sandra Díaz, salteño de raza goleadora, comenzó sus pasos en Urreta Fc de Montevideo, cuando las necesidades económicas de la familia, obligaron al traslado a la capital. En ese momento tenía nueve años.
Contado por él en su autobiografía de “Cruzando la línea”, sufrió su primer gran golpe cuando se separaron sus padres en 1996: «La familia se rompió cuando mis padres se separaron, y casi no lo pude soportar. Sentía que todo se venía abajo”.
Pasados los años, hoy con 35 y este regreso a Nacional, a Uruguay, su segunda casa, la trayectoria de Suárez estuvo marcada por muchos golpes, a los cuales él siempre se impuso, por su manera de ser, aún en las dificultades más oscuras. Un animal competitivo, no hay mejor expresión que esa para el máximo goleador de la selección nacional.
Estos son solo algunos de los hitos que describen la capacidad del Pistolero.
“NO ES LA MANO DE DIOS, ES LA MANO DE SUÁREZ…”
Último minuto del alargue entre Uruguay y Ghana en semifinales del Campeonato Mundial de Sudáfrica 2010. Centro al área del equipo africano, falla en la defensa y Suárez evita la caída del arco uruguayo con sus manos. Expulsión, penal errado por Gyan y clasificación posterior de la celeste. El mundo comenzaba a observar con temor y lupa al jugador. De todas maneras, su gesto derivó en una consecución de hechos, que pusieron a la celeste entre lo cuatro mejores equipos del Mundo, cuarenta años después.
LA RODILLA Y LA MORDIDA
La rodilla sin dudas fue el “talón de Aquiles” de Suárez en la carrera. A menos mes del inicio del Mundial de Brasil 2014, se conoció que debía ser intervenido de meniscos, y una artroscopía, le quitó el problema, pero tenía 20 a 25 días de recuperación. Cuando los médicos estimaban que el problema le llevaría dos a tres meses, su mentalidad, acompañada por Walter Ferreira, un pilar en la preparación a contrarreloj del jugador, estuvo ausente en el debut con derrota 3-1 ante Costa Rica, y debía casi por obligación entrar a salvar a Uruguay de quedar afuera ante Inglaterra. El 19 de junio de 2014 dos goles y la llama viva hasta el juego con Italia.
Sin embargo, el 24 de junio, a 15 minutos del final llegó el episodio con el defensor Chiellini, a quien mordió, pero la acción pasó desapercibida por la terna arbitral del encuentro. Uruguay ganó 1-0 con gol de Diego Godín a nueve del final, se desató la alegría pero en la cara del salteño, no aparecía esa felicidad, anticipando lo que vendría después. Investigaciones a fondo de que mordió, que no era la primera vez, llevó a una injusta decisión de FIFA, que lo echó como un perro, un delincuente del país mundialista, le dio nueve partidos de sanción con Uruguay, y cuatro meses sin chance de jugar y entrenar con un club. La celeste se quedó en octavos ante Colombia. Fue el último episodio de indisciplina que se le recuerda.
BOTA DE ORO DOS VECES EN TIEMPOS DE CRISTIANO RONALDO Y MESSI
Tras marcar goles en el tricolor, Gröningen, Ajax, llegó a Liverpool de Inglaterra. Cada temporada de las cuatro que estuvo fue mejore que la otra. El equipo de Anfield, que en ese momento (2013), llevaba 21 años sin ganar una Liga de ese país, se volvió a ilusionar con las actuaciones de Suárez y en su última participación, hasta el final soñó, aunque no pudo conseguir el título, que quedó en manos del Manchester City.
Sin embargo, sus 34 goles lo llevaron en tiempos donde el mapa mundial del fútbol estaba ya desde hace cuatro años polarizado entre el portugués Cristiano Ronaldo y el argentino Lionel Messi, máxime con la llegada del primero de ellos a Real Madrid en 2009, a estar en lo más alto de Europa junto al lusitano, como estuvo anteriormente Diego Forlán, en Villarreal y Atlético de Madrid. Para no ser menos en 2016, Suárez ya en Barcelona, volvió a ser “Bota de Oro”, con 40 tantos anotados.
UNA NUEVA OPORTUNIDAD
Condenado a entrenar solo durante cuatro meses, por la sanción de FIFA aplicada en el Campeonato del Mundo de Brasil 2014, que, ante el TAS, le brindó al menos la posibilidad de hacerlo en instalaciones de una institución, como Barcelona, que confió en él pero le pidió que reconociera los hechos, tuvo su tiempo de reflexión.
El 25 de octubre debutó ante Real Madrid en un clásico, que finalizaría 3-1 en favor del merengue. A partir de ahí, se generó el comentario vox populi, Neymar y Messi no se la pasan. Con el paso de los días, se transformó en el mejor amigo de ambos y una nueva sociedad, una trilogía comenzaba a nacer, que a posteriori de quedaría con todo. Incluso ante la salida del brasileño a PSG, Suárez no dejó de ser el mismo.
En seis años fue el tercer máximo goleador de la historia blaugrana con 198 tantos, con 13 títulos conseguidos y 13 goles marcados al tradicional rival, siendo también integrante del podio en esa faceta.
Luis Suárez es sinónimo de 68 goles con el combinado nacional en todas las competencias posibles que lo transforman en el máximo artillero de la selección. 29 fueron en el marco de las Eliminatorias camino a los Campeonatos Mundiales desde la que se juega para 2010, donde supera en uno a Lionel Messi. Más de 500 goles como jugador profesional en 16 años de trayectoria.