La final de la Supercopa de Europa a disputarse este miércoles, entre Real Madrid y Eintratch Frankfurt en Helsinki, Finlandia, tendrá la distinción de contar con el sistema de detección de fuera de juego semiautomático, que también se aplicará en el Mundial de Qatar 2022.
El novedoso sistema llega como programa de apoyo a las complicaciones que pueden surgir en el trazado de líneas habitual que realiza el propio VAR, teniendo en cuenta el número de cámaras que se utilizan y puntos de fuga que estas pueden captar.
El SOAT, como se la bautizó a esta nueva tecnología, cuenta con 12 cámaras independientes de las de VAR, que se colocan bajo la cubierta del techo de los estadios, y permiten detectar los movimientos de 29 puntos corporales, es decir, que implican todas las partes con las que se puede sacar ventaja de una posición o marcar un gol.
Además, el sistema, aseguró en director de arbitraje de UEFA, Pierluigi Collina, «permite bajar la detección de la posición de 50 segundos que se realiza con el VAR a 25 segundos».
Sin embargo, el SOAT no funciona solamente con las cámaras, sino que también es necesario para la recepción de los movimientos, un chip colocado dentro del propio balón de juego. Este «enviará datos que permitirá una detección más precisa del punto de patada en comparación con las transmisiones convencionales y el seguimiento óptico». La frecuencia son 500 imágenes por segundo.
En caso de ser aplicado, se mostrará en la pantalla/s del estadio, una réplica en 3D de la resolución para que sea transparente.