El gremio también reclama por violación de convenios y reestructuras.

La Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) realizará un paro de 24 horas este jueves en rechazo a suspensiones de trabajadores por participar en asambleas, violación de convenios y reestructuras. Considera una situación de “atropello a la organización sindical”.

El sindicato rechaza lo que entiende como el despido arbitrario del presidente del Sindicato Único de Empleados de Cemesa (Sudec). Cemesa pertenecía a Conaprole y fue transferida en 2018 al grupo Transamérica. Es la empresa encargada de la distribución de los helados y productos congelados que comercializa Conaprole, según detalló Subrayado (canal 10).

La medida sindical comienza con los turnos de la noche del miércoles y solo habrá guardias mínimas para recibir la leche y que no haya pérdida de materia prima, informaron.

Por su parte, desde la empresa Fritran, ex-Cemesa, niega las acusaciones del sindicato de haber despedido al presidente del gremio y de suspender a trabajadores por participar en asambleas, a las que califica de «infundadas». También niega violación de convenios y reivindica su derecho a gestionar la empresa.

COMUNICADO:

FRITRAN S.A. lamenta profundamente la declaración de conflicto realizada por SUDEC, al tiempo que rechaza enfáticamente las infundadas acusaciones vertidas por el sindicato.

El sindicato falta a la verdad señalando que la empresa suspendió a todos los trabajadores por asistir a una Asamblea. Esta afirmación dista mucho de la realidad, ya que la sanción (que en su gran mayoría consistió en una amonestación) se debió a que algunos asistentes se retiraron de la empresa y no marcaron la entrada y la salida al trabajo como está estipulado. Quienes cumplieron con este requerimiento no recibieron sanción alguna.

En cuanto al despido del trabajador, él mismo fue fruto de una investigación con todas las garantías de la que resultó probada la comisión de faltas de tal entidad, que fueron reconocidas por la propia organización sindical y que mereció su desvinculación.

La conducta del trabajador despedido distó mucho de ser ejemplar e intachable. De hecho, ya había sido objeto de sanciones, y la investigación demostró que el funcionario se ocupaba de actividades ajenas a su cargo, como lo es gestionar en horario de trabajo y con equipos de nuestra firma su propia empresa de gestión de cobros a morosos.

La empresa niega la violación de convenios y reivindica su derecho a gestionar la empresa.

 

Foto:  Federico Gutierrez / FocoUy