Por Antonio Ladra
Ya es conocido de sobra el episodio que involucra al ex jefe del Servicio de la Seguridad del presidente de la República, Alejandro Astesiano, quien se reunía con su red criminal en la Torre Ejecutiva y ofrecía “contactos” con funcionarios estratégicos que organizaban la tramitación de documentos para ciudadanos rusos.
Hasta el momento, otras tres personas fueron imputadas en esta investigación. Una de ellas es Álvaro Guillermo Fernández García, un escribano uruguayo, con antecedentes, dado que su título estuvo suspendido por un tiempo, que era el vínculo entre Astesiano y los otros dos imputados, que son rusos: Andrey Kashtanov y Olesia Dzhumelia.
Por lo menos el asunto es muy grave que no da para banalizarlo como hizo el intendente de Paysandú, Nicolás Olivera: Cuando he tenido que discrepar he discrepado. Hoy lo banco 100% al presidente Luis Lacalle Pou. Si está disponible la changa de custodia acá estoy. No se pongan nerviosos los contra. Lo escribió en su cuenta de Twitter: impresentable por lo menos. El asunto es grave, tanto que llama la atención la forma desprolija con la que el presidente ha tratado el tema.
El asunto es grave porque en primer lugar muestra algo que es muy uruguayo, eso de “lo atamo con alambre”: hubo una inadecuada selección de personal. Ser jefe de custodia de un presidente requiere una serie de competencias que Astesiano no tiene.
Y no pasa solo con el presidente, las personas que trabajan en esta actividad en Uruguay, me atrevo a decir que una gran mayoría, no cuentan con las habilidades y/o competencias, formación profesional para semejante responsabilidad. Los partidos políticos mucho menos, y las organizaciones sociales menos. ¿Deberían tener determinadas competencia? Sí, el mundo ha cambiado, ya no se arregla con el muchacho este que tiene buen lomo. Debe tener inteligencia, debe saber leer los comportamientos de las personas y de los grupos.
Pero yendo al asunto en sí, no se atendió por parte de la Presidencia de la República las denuncias que ya se habían publicado hace un tiempo. Astesiano tuvo una veintena de entradas policiales en dos décadas y estuvo preso cuatro meses por estafa. Han fallado los servicios de inteligencia, una vez más. ¿Por incompetencia o a adrede? Se usaba la sede de las oficinas de la Presidencia de la República para entregar los pasaportes falsos, en el mismo edificio donde funciona la Secretaría de Inteligencia Estratégica del Estado que ni se enteró. Incomprensible.
Este miércoles pasado publique un hilo en mi cuenta de Twitter donde me hacia y hacía una serie de preguntas donde no se señala a nadie, ni fue una manera de poner palos en la rueda, ni por ello olvido otros temas: sí ya sé que pasó con Charles Carrera, con Raúl Sendic, con el pato Celeste y así. Incluso si seguimos esos razonamientos de quienes solo ven palos en la rueda como dice la senadora Graciela Bianchi en este tipo de preguntas deberíamos cuestionarnos cómo Artigas llegó a ser el prócer de la patria cuando en su pasado fue contrabandista.
No se trata de eso, se trata de lo que ocurrió en este caso concreto y he aquí las preguntas que son de sentido común que se deberían responder.
. ¿La computadora que usaba era de Astesiano o pertenecía a Presidencia?.
. ¿Qué redes del Estado utilizaba a qué sistemas informáticos accedía?.
. Los usuarios, claves y permisos eran propios de él o usaba los de otro funcionario?.
. ¿Astesiano tenía usuario, clave y permisos para utilizar el Sistema de Gestión de Seguridad Pública del Ministerio del Interior? Dichos permisos son otorgados por el Ministerio del Interior a todos los policías, Astesiano sin ser policía, ¿tenía asignado tales permisos?.
. ¿Cómo los consiguió, quien se los dio, cuándo?
. El Ministerio del Interior informó en julio de 2022, un año después del hecho y a raíz de un pedido de informes de la senadora Silvia Nane sobre un hackeo en la Dirección Nacional de Identificación Civil donde se filtró información confidencial de 84.000 pasaportes uruguayos ¿Puede estar relacionado con el accionar de Astesiano y la banda criminal ahora desmantelada?.
. ¿Astesiano tuvo algún vínculo con Alberto Lacoste el subdirector de la Dirección Nacional de Identificación Civil, cesado por haber acelerado el pasaporte del narco Sebastián Marset? En el programa Santo y Seña se dijo que Astesiano estuvo involucrado al narco Rocco Morabito.
. ¿Quién le ocultó al presidente de la Republica que Astesiano, si tenía antecedentes penales y que había estado preso en la cárcel de las Rosas de Maldonado? Cuantas fichas hay, quien saca y pone información en un sistema que se dice que es inviolable, aunque parece que no tanto.
. ¿Por qué el presidente mantuvo a Astesiano como jefe de su custodia personal pese a que se dijo en la prensa Caras y Caretas, la diaria y Radio Sarandí había tenido más de 20 eventos policiales desde el año 2018? Pero más aun, ¿por qué lo mantuvo si ya le habían dicho correligionarios suyos que era un hombre complicado? ¿En serio no supo el presidente que Astesiano había estado cuatro meses preso por estafa en el año 2013?.
El Ministerio del Interior bloqueó 150 usuarios, con sus claves y permisos para utilizar el Sistema de Gestión de Seguridad Pública. Y entonces surgen otras preguntas:
. ¿Quiénes eran los usuarios, por qué tenían esos accesos, en qué lo usaron?.
. ¿Desde cuándo venían esos permisos?.
. ¿Quién los había otorgado?.
MÁS PREGUNTAS, UNA CONSTATACIÓN Y UNA HIPÓTESIS
Este asunto ha marcado al gobierno. Aquellas certezas, movimientos mediáticos medidos y claros, de impacto se derrumbaron. Por marcar un punto de inflexión, empezó con el decreto del tabaquismo y su explicación, banal, irónica desacostumbrada en el. (¡No, si me lo pidió una fábrica de chicles! Obvio, ¿quién se dedica a producir cigarros en Uruguay? Montepaz y, ¿quién le pidió esto al Ministerio de Industria? Montepaz. ¿Alguien se cree que a nosotros nos van a mover por presiones? No nos conocen, es una falta de respeto).
Su postura en este tema, de su custodia, aunque haya dado la cara no fue la de un mandatario que toma el tema de manera reflexiva sino que aparece como quitándole gravedad al asunto: “… y andaré solo”, dijo. Y un día dice una cosa y al otro otra cosa y eso da pie a múltiples hipótesis y más preguntas y las respuestas que se dan no convencen.
¿Y si al final de toda la investigación surge que Astesiano es lo que se dice en la jerga popular un perejil, un engranaje más de una organización criminal mayor? A los ciudadanos rusos se les cobraba 50 mil dólares por todo el servicio que incluía el pasaporte. Si alguien paga esa cifra es porque piensa ganar mucho más. El fantasma del lavado de dinero vinculado a la mafia rusa está flotando en el aire, por algo la fiscal Gabriela Fosatti, a cargo de la investigación sobre el caso pidió que Interpol emita una alerta roja sobre los pasaportes de ciudadanos rusos con nacionalidad uruguaya.
Escuche la columna completa del periodista Antonio Ladra en Punto de Encuentro:
Foto: FocoUy
