La misión de prueba que estuvo a cargo de la NASA costó 300 millones de dólares

El astrónomo de la Udelar, Gonzalo Tancredi, fue entrevistado en 970 Noticias Primera Edición, tras su participación en la misión Dart de la NASA. La misma tuvo como objetivo desviar la trayectoria del asteroide «Dimorphos» cuando la nave espacial se estrelló intencionalmente contra la roca espacial el 26 de setiembre para ensayar una prueba ante un potencial riesgo de impacto con la tierra.

«El principal interés era la defensa planetaria. Esto fue solamente una prueba, se trató de cambiarle el periódo orbital al objeto. Nosotros hemos venido trabajando a los pequeños cuerpos del sistema solar; los asteroides y los cometas, nos había interesado mucho lo que son los objetos transicionales. Habíamos pensado que el experimento iba a producir un efecto similar. Se trata de un abrillantamiento; un aumento del brillo del objeto repentino, producto de una generación de nube de polvo que rodeaba al objeto y a su vez con la presión de la radiación solar, las partículas se iban a ir dispersando y generando un tipo de cola», expresó Tancredi.

El profesional indicó que lo importante de todo esto, es que se entendió de manera correcta lo que iba a suceder, se comprendió la física que hay detrás de las secuencias.

«La primera alegría de mi parte era ver que se trataba de un aglomerado de rocas como pensabamos que debía ser», expresó el científico. Esta versión de prueba, tuvo un costo de unos 300 millones de dólares, en caso de ser aplicado para un caso de riesgo real, los costos serían superiores porque se necesitaría una sonda de mayor tamaño y más precisión, concluyó el profesional.