El antropólogo Federico Del Castillo señaló como un “error” que la Policía diseñe las políticas para combatir la inseguridad, ignorando otros actores del Estado.
Federico Del Castillo, antropólogo y criminólogo, cree que todavía es temprano para medir el impacto del Caso Astesiano a la interna de la Policía. “Sin dudas tendrá un impacto negativo en la gestión del ministro (Luis Alberto Heber), eso lo vemos con los bajos índices de aprobación de su gestión. Y empaña la gestión, porque nos dice mucho sobre el vínculo entre estas autoridades políticas y la Policía. Lo que leo de esta situación es que es de un enorme desgobierno civil de la Policía. Hay que construir un liderazgo y ejecutar políticas para tener a la Policía alineada con una visión de gobierno”, dijo en entrevista con César Bianchi en 970 Noticias.
“Esto sucede en las narices del ministro (Heber). Y el ministro en lugar de tomar acciones o por lo menos investigar como acto reflejo, lo que hace como acto reflejo es respaldarlo. Y es un respaldo muy mal entendido. Es blindar a la Policía de un escrutinio externo frente a la mayor crisis de corrupción que enfrenta esta administración”, agregó Del Castillo, quien está estudiando un doctorado en la Universidad Nacional de San Martín, en Argentina, sobre la sindicalización de la Policía uruguaya.
“La administración de (Eduardo) había logrado construir un lenguaje común, con ciertos líderes reformistas, y propuso una serie de transformaciones sustantivas. Estas profesionalizaron bastante a la Policía. Llega (Jorge) Larrañaga y asume con unas cúpulas policiales distintas, porque las anteriores fueron removidas. El gobierno le entregó la potestad de diseñar la política criminal. Uno piensa: ¿cuál es la estrategia de seguridad del gobierno desde el 2020? Te diría apretar a las bocas, al microtráfico, hay investigación a mayor escala de narcotráfico, ese es el mascarón de proa de este gobierno. Y es una expresión típica del sentido común policial de cómo se aborda el delito. Y eso es un error”, opinó.
Y explicó que el error radica en asignarle a la Policía la responsabilidad de bajar el delito, ignorando la importancia de otros actores del Estado. “Pedirle a la Policía que baje el delito es antojadizo y caprichoso, porque hay que tomar en cuenta los demás organismos del brazo protector del Estado para combatir el delito. El Mides, el Ministerio de Educación, el de Trabajo, las intendencias, el Inau… Debe haber políticas públicas conjuntas, y una serie de acciones multiagenciales, que muchas veces no deben ser lideradas por el Ministerio del Interior. Cuando la Policía va a entrar a un barrio vulnerable, no se debe escuchar solo la voz del ministro del Interior o el director de la Policía. Ahí tienen que escucharse como voces privilegiadas la del ministro de Desarrollo Social o el de Salud. ¿Cómo va a impactar ese ingreso en la vida social del barrio?”
Escuchá acá la entrevista de Checho Bianchi con el antropólogo y criminólogo Federico Del Castillo, en 970 Noticias.