“El cine es una invención sin futuro”, afirmaron los hermanos Auguste Marie (1862-1954) y Louis Jean Lumière (1864-1948), que sin imaginarlo, terminaron por transformarse en los responsables de marcar un antes y un después en la historia del conocido séptimo arte. El 22 de marzo de 1895, fue exhibida de forma comercial en la Sociedad Francesa de Fomento de la Industria Nacional, una película de tan solo 46 segundos de duración llamada “La salida de los obreros de la fábrica Lumière”. La cinta fue rodada tres días antes, el 19 de marzo.
“La salida de los obreros de la fábrica Lumière” fue el primer film y el que más popularidad alcanzó. Sin embargo, le siguieron otros tantos como El mar, La demolición de un muro y El regador regado.
El surgimiento del cinematógrafo ocurrió el 13 de febrero de ese mismo año, cuando los Lumierè patentaron un nuevo invento: un aparato que a la vez, era cámara y proyector. La idea llegó a la cabeza de Louis en una noche de insomnio, cuando intentaba pasar el fotograma a través del objetivo de la cámara fotográfica; fue así como los franceses dieron el primer paso para la creación de las modernas salas de cine.
Los hermanos Lumierè nacieron en Besançon, Francia, pero crecieron en Lyon. Ambos fueron científicos autodidactas que dominaron diferentes técnicas fotográficas por su involucramiento en el taller fotográfico de su padre, quien supo inculcarle a sus hijos el gusto por la fotografía.
Foto de portada: Biografías y Vidas